“Todo ha sido un desafortunado malentendido”, insiste una y otra vez Florentino Pérez. Quiere dejar bien claro que ni él ni el Real Madrid han tenido “nada nunca” contra la FIFA, la UEFA o La Liga. “Me llevo fenomenal fenomenal, o sea fenomenal, con todos esos funcionarios de los organismos. Son gente de medio pelo, advenedizos que ni siquiera guardan un Rolls en el garaje del chalé de la sierra, son casi proletarios, pero me llevo bien con ellos. Eso sí, ellos ahí y yo aquí, no conviene mezclar las clases sociales, que luego pasan las cosas que pasan. Acuérdate de lo de La Bastilla o el tema ese tan desagradable de la Revolución Rusa. Por cierto que este planteamiento no quiere decir que yo sea clasista. No señor. Solo me gustan las cosas ordenadas. Nada más”, explica el expolítico de UCD, empresario, multimillonario, presidente del Real Madrid y supersuperado por la Superliga Europea.Así que un malentendido.

—Lo que te digo. Y muy desafortunado. Lo que presenté fue la Superliga Europea de Petanca, la SEP. Yo ya tengo una edad y me dedico exclusivamente a la petanca y el sexo oral, nada de esfuerzos. Estoy pensando hasta comerme las ostras del aperitivo pasadas por la turmix, por no masticar. Bueno, al lío: que iba yo a lo de Pedrerol a hablar de la Superliga Europea de Petanca y hasta empecé a exponerla, pero el Pedre me pinchó con el fútbol y se confundió todo. Un lío. Muy desafortunado. Por cierto, no sé si me estoy quedando teniente o es que ya casi no se le entiende nada al Pedre de lo raro que vocaliza.

Tranqui, Floren, a mí me pasa lo mismo.

—Para ti soy el señor Pérez Rodríguez, rapaz. Las cositas, ordenadas. Y levántate. Ya te sentarás cuando te lo ordene.

A ver, es que me dan un poco de respe los pitbull estos que me miran tan fijamente.

—Por si tienes la tentación de malinterpretar algo y salir corriendo. Estos trincan de la pantorrilla hasta a Vinicius, que es rapidillo.

Bueno, volvamos a la petanca.

—Eso. El asunto es que he montado un club para jugar una Superliga Europea de Petanca por equipos de supermillonarios. Con los compañeros de Barcelona, Milán, Turín, Munich, Londres, Bolueta, Liverpool y Mánchester. Echamos un par de partiditas a la semana en instalaciones de lujo y, de mientras, hacemos chanchull... negocios.

¿Y de dónde salió lo del fútbol?

El Pedre, que no hace otra cosa más que preguntar por Mbappé, Haaland, Neymar… Claro, yo le respondí. Y a él se le juntó todo.

He escuchado sus declaraciones y habla usted de salvar el fútbol, de equipos que son casi Patrimonio de la Humanidad, etc.

—Vamos a ver: el Real Madrid va a tener un boquete en las cuentas a fin de año de casi 350 millones de euros. ¿Tú te crees que me apetece ponerlos del bolsillo? Nooo. Y no porque nos lo tenga, es porque nunca llevo suelto encima. Y los directivos del resto de los clubes que nos hemos visto metidos en este despropósito están igual. Por eso salí hablando de un fondo de inversiones y no sé qué más. Hoy en día resulta más creíble eso que una aparición de San Isidro Labrador, qué buen jardinero sería para el nuevo Bernabéu; o una abducción por parte de extraterrestres.

De todas formas, ese razonamiento que manejó referente a que sin esa inyección de dinero nadie podría fichar estrellas es absurdo: las pretendidas estrellas, salvo raras excepciones, ya están en esos equipos.

—Qué va. No tienes ni idea de fútbol. Y estás muy viejo, además. Vamos a ver: Neymar está en el... coño, en el PSG. Igual que Mbappé. Cristiano, en la Juve. Keane, en el Tottenham. Rashford, en el United. Agüero, en el City. Claro, si somos los que tenemos que repartirnos las manteca, ¿para qué vamos a vender? Es hacer un pan con tortas. Bien visto, rapaz.

Lo que le digo. Y, además, queda muy feo eso de que no puede ser que el Eibar y el Levante ganen dinero y que el Madrid y el Barça, pierdan pasta.

—Hombre, es que es verdad. ¿Para qué quieren ganar dinero el Eibar o el Levante? Que son pobres pero honrados. ¿Es que no quieren seguir igual? Además, ¿con qué oscura triquiñuela logran equilibrar las cuentas si casi no tienen ingresos?

Fácil: gastando menos de lo que ingresan. Y siendo responsables. Haciendo las cosas como se deben hacer.

—Así cualquiera. Ja. Por cierto, haciendo las cosas como se deben hacer nadie en absoluto ha logrado un éxito arrollador. Si las haces de otra manera y fracasas te llaman tramposo. Si triunfas, visionario.

Lo pillo. ¿Qué hago con los perros?

—Tú, nada. Yo, reírme. ¡Acha! Corre, corre, corre...