EL mundo de la tecnología está pasando por una falta asombrosa de vocaciones tecnológicas que está provocando que en muchas compañías tanto de software como de hardware, algunos de sus proyectos no se puedan ni siquiera empezar a desarrollar. El verano es un buen momento para hacer cursos o leer libros relacionados con nuestro trabajo, que nos pueden dar un impulso dentro de nuestra empresa y aspirar a un merecido ascenso.

Pero estas vacaciones también pueden ser el mejor momento para repasar nuestro currículum y poner todos aquellos cursos, charlas, mejoras de nivel en el idioma... que hace tiempo que teníamos que haber incorporado. Septiembre puede ser el mes perfecto para moverlo en distintas corporaciones que después de las vacaciones, suelen precisar aumentar su plantilla. Pero la forma en la que las empresas analizan a sus candidatos empieza por ver su perfil de LinkedIn, la manera mejor y mas tecnológica de tener siempre al día nuestra vida laboral.

Gracias al perfil de LinkedIn tenemos la plantilla perfecta para incorporar todo lo que sea necesario y que luego van a valorar los reclutadores. Olvídate de enviar tu currículum en papel, ya solo es necesario mandar tu dirección web y esperar que te llamen para la entrevista, que por supuesto, no será presencial ya que las empresas utilizan tanto Skype como Duo (antes Hangouts).

Si no tienes estas tres herramientas en tu ordenador, empezamos mal la búsqueda o mejora de empleo. Vamos a darte algunos trucos para que mejores tu perfil y sacar el máximo provecho a LinkedIn, pero recuerda: olvídate de la imaginación, aquí solo vas a poder poner la información real, ya que, por ejemplo si pones que tienes un alto nivel de ingles o dices que eres ingeniero, hay un apartado para que incorpores una copia de tus títulos.

En la cabecera de tu perfil de LinkedIn (titular profesional) tienes los 120 caracteres más importantes, espacios incluidos. Tienes que ser capaz de resumir que es lo que buscas, que es lo que sabes y que es lo que dominas. Por favor, no escribas “en búsqueda activa de empleo” piensa que las palabras que uses van a ser las que utilizarán los reclutadores para localizarte.

La fotografía es fundamental. Solo haz un breve recorrido por LinkedIn y encontrarás miles de perfiles sin foto que no te animan a leerlos, otros que han puesto a su perro o su flor favorita o aquellos que han recortado su cara de la foto de una boda y que se cuela de fondo la copa de cava. No me digas que no tienes una foto que te ayude a venderte.

El extracto de 2000 caracteres suele quedar vacío, ya que todo el mundo se vuelca en añadir en qué colegio hizo el COU, su primer trabajo en verano como socorrista o el mes de prácticas en una empresa que cerró hace 10 años. Aquí tienes la oportunidad de explicar tu trayectoria profesional, indicar cual es tu valor diferencial y cómo has llegado hasta donde has llegado.

Después rellena tu experiencia laboral pero no se trata de hacer la lista de los Reyes Godos y enumerar una a una las compañías para las que trabajaste. Para eso está la vida laboral de la seguridad social. Recuerda completar los datos de contacto y poner allí tu número de teléfono y el correo electrónico que uses habitualmente. No pongas el de la empresa en la que estás y que puede que pierdas si vas a una nueva compañía. Recuerda que siempre puedes hacer un resumen en pdf del perfil por si lo quieres dejar escrito en algún sitio.

@juandelaherran