Seguro que ya tienes preparado el campamento, las colonias o esas actividades que van a permitir que aparques a tus hijos durante este mes a la espera de que lleguen tus verdaderas vacaciones. Hace unos años las únicas actividades disponibles estaban centradas en el deporte, especialmente el fútbol, pero poco a poco podemos encontrar algunas alternativas. Primero fueron los idiomas o incluso el arte y desde hace ya unos años se ofertan actividades relacionadas con la ciencia y en el ámbito tecnológico con la robótica. Pero todavía quedan horas para rellenar en casa y la alternativa suele ser que estén pegados a la consola. Aunque siempre te puede alegrar saber que la Copa del Mundo de Fortnite, que se celebrará entre el 26 y el 28 de julio en Nueva York, repartirá unos tres millones de dólares estadounidenses (más de 2,7 millones de euros) al ganador. Pero mi alternativa es que les inicies en el mundo de la robótica y que compres unos kits para que se empiecen a adentrar en el área de la tecnología y que no sean meros usuarios de ella.

Sin necesidad de comprar nada tienes la posibilidad de potenciar su pensamiento computacional y el desarrollo lectoescritor aprendiendo a programar con Scratch. Funciona con un navegador web y aprenderlo es totalmente gratuito. Solo tienes que entrar en la página oficial scratch.mit.edu y empezar. No es necesario registrarse pero si quieres guardar los proyectos y seguir su progreso te aconsejo que lo hagas. El complemento perfecto a todo esto es ir aprendiendo a programar alguno de los robots educativos que existen en el mercado. De todos los que he probado me quedo con True True, un robot que se programa mediante cartas o tarjetas que hacen que lo que hemos aprendido en Scratch, salga de la pantalla y cobre vida. Para esto no hay edades, estoy hablando de los tres primeros años de primaria.

Orientación A partir de aquí, con edades en los tres últimos cursos de primaria, hay que orientarles a que sean capaces de ir creando sus propios robots mediante los kits de robótica. El objetivo final es que usen las placas de Arduino, pero a estas edades es necesario un paso previo, ya que todavía necesitan familiarizarse con el mundo de la electrónica. En este caso Crumble es una placa ideal para hacer la transición entre Scratch y Arduino. Lo que más me gusta es que es eléctricamente muy seguro, si hay errores de conexión no funciona, pero no se estropea la placa. Las conexiones se realizan mediante conectores de tipo cocodrilo, lo que los hace casi irrompibles. Hay mil ejemplos dentro de Internet, tutoriales de todo tipo en Youtube y el sistema va creciendo añadiéndole sensores, motores y otros componentes que te irán pidiendo a medida que van aprendiendo cada día un nuevo proyecto. Cuando están en los últimos cursos de la ESO o en Bachiller, si es el momento de hacer proyectos más complejos mediante las placas de Arduino. Pero esto solo será un éxito si antes han pasado por los pasos previos, Scratch y Crumble. Porque sean mayores no quiere decir que tengan que empezar por Arduino, seguramente terminarán el curso de Scratch mucho antes que los más jóvenes pero está planificación por edades la hemos visto funcionando en varios colegios y vemos que es la forma más fácil de aprender y un gran medio para que le vayan cogiendo cariño a la tecnología. No necesitamos consumidores tecnológicos, necesitamos cada día talento para crear tecnología.

@juandelaherran