Tras dos años de espera por la suspensión de la pasada edición a causa de la crisis sanitaria, Eurovisión arrancó anoche por todo lo alto su 65ª edición en una primera semifinal, la más potente que se recuerda, donde compitieron varias de las grandes favoritas a alzarse con el micrófono de cristal el próximo sábado en el Ahoy Arena de Róterdam (Países Bajos).

Las casas de apuestas siguen apuntando a un duelo entre Francia, con Barbara Pravi y su canción Voilà e Italia, con la banda Maneskin y su Zitti e buoni, que como países miembros del denominado Big Five tienen el pase asegurado para la final, donde la candidatura española estará representada por Blas Cantó. Su emotiva balada Voy a quedarme, dedicada a su abuela fallecida por el covid, dejará previsiblemente un año más a la delegación de RTVE en la cola de la clasificación producto del desinterés y el deficiente empeño el ente público con el mayor espectáculo audiovisual, con una audiencia mundial de unos 200 millones de espectadores.

Apenas hubo sorpresas en el primer asalto. Destacaron sobremanera y consiguieron el pase el sonido disco de los lituanos The Roop (Discoteque); la chipriota Elena Tsagrinou (El diablo) y su pop entre Eleni Foureira y Lady Gaga; la ganadora de Eurovisión Junior 2015, la maltesa Destiny (Je me casse); el mensaje de empoderamiento de la rusa Manizha (Russian Woman); y el folk electrónico de los ucranianos Go_A (Shum). También lograron el billete el sueco Tusse (Voices), la azerí Efendi (Mata-Hari), el noruego Tix (Fallen angel), los belgas Hooverphonic (The wrong place), y la israelí Eden Alene (Set me free).

Fueron apeados la eslovena Anna Soklic (Amen), el macedonio Vasil (Here I Stand), la croata Albina (Tick-Tock), la australiana Montaigne (Technicolour) -participó desde su país con la actuación grabada al no poder viajar por la pandemia-, la irlandesa Lesley Roy (Maps) y la rumana Roxen (Amnesia).

El ganador en 2019, Duncan Laurence, abrió el programa, y 3.500 personas, el 20% del aforo, asistieron al espectáculo. Todo el público se sometió a un test de antígenos para verificar su estado de salud y el estudio continuará con un seguimiento activo. Los asistentes podían retirarse la mascarilla solo en su asiento.

Mañana jueves tendrá lugar la segunda semifinal, con la participación de las también favoritas Suiza y Bulgaria, así como de San Marino, Serbia, Portugal, Polonia, Moldavia, Letonia, Islandia, Grecia, Georgia, Finalandia, Estonia, Dinamarca, Chequia, Austria y Albania. A las 20 clasificadas de las dos semifinales se unirán el sábado España, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Países Bajos.