Laura Pausini sueña con alzarse con su primer Oscar a la mejor canción el próximo domingo, una posibilidad que aún digiere, pues hasta hace poco ni siquiera había pasado por su cabeza, y que ha revolucionado su vida en el año más enrarecido. La cantante italiana más internacional se ha colado en la lista de nominados por su canción Io si, escrita por Diane Warren para la película La vita davanti a sé (La vida por delante), el regreso a la gran pantalla de la gran Sophia Loren a las órdenes de su hijo, Edoardo Ponti.

Un tema cargado de significado que Laura Pausini interpretará desde la azotea del Museo de la Academia de Hollywood en Los Ángeles, al igual que el resto de candidatos a mejor canción original, en un programa especial antes de la gala, que este año transcurrirá entre estrictas medidas de seguridad por el coronavirusy para la que los artistas nominados han tenido que cumplir una cuarentena. En la carrera por la estatuilla por la mejor canción competirá con los temas de otras películas del momento, como Judas y el mesías negro, El juicio de los 7 de Chicago, Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga o Una noche en Miami.

Pausini, de 46 años, lleva meses inmersa en una vorágine de emoción por esta canción que ya le ha valido un Globo de Oro y que podría convertirse en la primera en italiano en conquistar el Oscar. "Me siento como una niña que abre una caja de caramelos que nunca terminan", confesaba recientemente en un encuentro con la prensa.

La canción llegó a sus manos en un momento delicado. En enero del año pasado, tras concluir su gira del verano de 2019, pasaba una suerte de crisis creativa que le impedía escribir algo especial, una sensación que se acrecentó con el estallido de la pandemia en Italia un mes más tarde. "Sentía que no servía para nada más, que no solo se había parado el mundo, sino también mi creatividad", recordaba. Fue entonces cuando recibió la propuesta de Warren y del director de la cinta y enseguida sintió ganas de adaptarla al italiano y cantarla. Se embarcaba así, sin saberlo, en un proyecto que le ha llevado ni más ni menos que a la meca del cine.