El Geoparque de la Costa Vasca, que conforman los municipios de Deba, Mutriku y Zumaia, esconde un tesoro geológico de incalculable valor. Declarado Geoparque mundial de la Unesco por la importancia de los sitios y paisajes geológicos de valor excepcional en noviembre de 2015, a través de los pliegues de sus acantilados y del estudio de su rasa mareal, los expertos son capaces de retrotraerse 100 millones de años atrás y descubrir, entre otros, cómo se formó el Golfo de Bizkaia.

Los expertos son capaces de retrotraerse 100 millones de años atrás y descubrir, entre otros, cómo se formó el Golfo de Bizkaia.

A fin de acercar todo este conocimiento a los visitantes, el Geoparque invita a realizar la Ruta de los Miradores, diez ventanas abiertas al mar que permiten disfrutar de los más bellos paisajes de la zona acercándose, además, a la historia geológica del lugar, gracias a las explicaciones que se recogen en las mesas panorámicas instaladas, así como en otros elementos de interpretación. Se encuentran a un máximo de diez minutos caminando del parking más cercano, por lo que son accesibles para todo tipo de personas.

Conoce los 10 miradores

La ruta comienza por el mirador de Baratzarrak, un privilegiado balcón asentado sobre una plataforma de madera colgada a 100 metros de altura que ofrece una excelente panorámica de los acantilados más altos del Geoparque y de su rasa mareal.

El siguiente mirador es el del Valle de la Prehistoria, una plataforma de madera colgada sobre meandro del río Deba y que se encuentra en el camino Real que va desde Deba. Desde aquí pueden atisbarse las grandes pirámides de roca, conocidas como el Karst pinacular, donde se encuentran las cuevas que fueron ocupadas por humanos durante más de 200.000 años.

El mirador de Algorri es uno de los imprescindibles para conocer el Geoparque, ya que desde aquí, con marea baja, se puede ver la huella geológica que dejó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años.

Sakoneta-Portutxiki, adonde se puede acceder caminando desde el Parking de Errotaberri, ofrece la vista más salvaje de la costa, con lugares donde el flysch ha dado lugar a pequeñas calas y grandes acantilados.

Situado sobre el gran paredón de Aitzuri, el mirador de Mendatagaina ofrece una espectacular postal sobre la playa de Sakoneta y el resto de la costa.

El de Lapari es un mirador urbano al que se accede caminando por el paseo marítimo de Deba hacia el final del paseo dirección Itziar, que nos acerca al Flysch negro, el más antiguo del Geoparque y que se remonta a 100 millones de años atrás.

La media luna que conforma la playa de Saturraran esconde un fondo marino lleno de tesoros.

Finalmente, la atalaya natural en la que se encuentra el mirador de Santa Catalina ofrece una perspectiva de 360 grados del Geoparque.

Además, para adentrarse en los fenómenos geológicos que esconde el interior, se aconseja recorrer también los valles de Olatz y de Lastur. El primero ofrece una panorámica de la gran depresión kárstica de esta zona rodeada de montañas piramidales. Al igual que este, el de Lastur es imprescindible para conocer no solo el interior del Geoparque, sino la cultura y las tradiciones vascas.