El primer ministro letón, Krisjanis Karins, ganador electoral con su partido de corte liberal Nueva Unidad (JV), afronta ahora el reto de buscar nuevos socios de Gobierno en el Parlamento, ya que no podrá reeditar la coalición de cuatro partidos de la última legislatura.

Los resultados oficiales dan a JV como el partido más fuerte, con el 18,9%, con lo que tendrá una mayoría de escaños en el Saeima (parlamento) que estará altamente fragmentado y en el que habrá presencia de diputados prorrusos.

Tras el escrutunio de 1.019 de 1.055 colegios electorales en Letonia, JV era ganador claro con un salto frente al 6,7 por ciento obtenido en 2018.

Sin embargo Karins tendrá que hacer frente a la pérdida de al menos uno, si no dos, de sus socios de coalición en el gobierno saliente.

Los Conservadores (K) definitivamente están por debajo del umbral legal del cinco por ciento para sentarse en el Saeima. El liberal Para el Desarrollo (AP) está ligeramente por encima, con un 5,02%, pero con parte del escrutinio pendiente.

Karins, si el presidente Egils Levits le pide que forme gobierno después de consultar con todos los partidos representados, tendrá probablemente que buscar nuevas alianzas.

Sin embargo, los comentaristas políticos dudan de que la formación de un nuevo gobierno de coalición lleve tanto tiempo como en 2018.

Los analistas también se sorprendieron por el segundo lugar, con el 12,6%, de la Unión de Verdes y Granjeros( ZZS) con un condenado por corrupción, el ex alcalde de Ventspils Aivars Lembergs, como su candidato a primer ministro. Esto excluye efectivamente al partido de cualquier coalición bajo Karins.

El ZZS también ha perdido al Partido Verde de Letonia, que ahora es parte de la nueva Lista Unida (AS) con casi el 11%. AS, liderada por el empresario de la construcción y arquitecto Uldis Pilens, que no es candidato al parlamento, es vista como una agrupación centrista-conservadora con un enfoque tecnocrático para dirigir el país.