El ex piloto brasileño Emerson Fittipaldi, dos veces campeón mundial de Fórmula 1, será uno de los candidatos al Senado en las próximas elecciones italianas de la mano del partido Hermanos de Italia, liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni.

El bicampeón del mundo con Lotus en 1972 y Mclaren-Ford en 1974, de ascendencia italiana, se presentará en la circunscripción sudamericana del partido, aunque fuentes cercanas a la formación han señalado a Efe que las listas aún no están cerradas.

Aun así, el propio Fittipaldi, quien en su día expresó su sorpresa con el fichaje del español Fernando Alonso por la escudería Aston Martin para la próxima campaña, ha reconocido que participará en las elecciones y que ya contempla varias propuestas en caso de salir elegido.

Acciones relacionadas con los brasileños

"Estoy muy contento de ser candidato al Senado italiano en las elecciones del 25 de septiembre. Ya puse en papel varias propuestas y todas tienen como objetivo promover acciones relacionadas con los brasileños que tienen fuertes lazos con las tierras, la cultura y el deporte italianos. Espero tener el apoyo de los votantes de Brasil y de América Latina, pero también de los que viven en Italia, y de los italianos que siempre han sido mis partidarios", explica en unas declaraciones publicadas este lunes por 'Il Giornale'.

Meloni, líder del ultraderechista Hermanos de Italia, parte como favorita para las elecciones generales del 25 de septiembre y los sondeos le dan el apoyo de un quinto de los italianos para ser la próxima primera ministra.

La alianza de derechas, formada por su partido, la ultraderechista Liga y el conservador Forza Italia (de Silvio Berlusconi), podría alcanzar más del 45% en las urnas, según las últimas encuestas, con más de 10 puntos por encima de la coalición de izquierdas, formada por el Partido Demócrata (PD) y otros grupos.

El líder del PD, Enrico Letta, avisó el domingo, de que Hermanos de Italia es como el partido español Vox, que reivindica el franquismo y ve a la Unión Europea (UE) como una amenaza; mientras que esta semana Meloni ha negado que vaya a producirse una "deriva antidemocrática" en el país en caso de vencer y ha condenado el fascismo.