Cuando ya se rozan los 2.000 casos confirmados, Francia ha abierto 118 centro de vacunación contra la viruela del mono y solo en la región parisina, la más poblada del país, se han administrado 4.100 dosis.

Esta pauta vacunal va dirigida principalmente a hombres y personas transgénero que tengan múltiples parejas sexuales masculinas y a los trabajadores del sexo. La prueba de diagnóstico PCR es gratuita en caso de presentar síntomas.

Según confirmó a EFE una fuente administrativa de Centro de Salud Edison (en el barrio XIII de París), este grupo está participando activamente en la campaña y "se ha movilizado para vacunarse".

De acuerdo con los especialistas, la gran cantidad de contagios en la región parisina de la Isla de Francia puede deberse a varios factores, como que haya más personas pertenecientes a grupos de riesgo, por el mayor seguimiento de los casos o porque hay más población en esa zona que en otras partes del país (alrededor de un 18 % de los habitantes de Francia viven en esta región).

En la ciudad de París se han administrado 726 dosis, y el Edison, de momento, no está desbordado, aunque está casi al máximo de su capacidad (1.424 citas ante una afluencia máxima de 1.450).

En Francia, por el momento, no se ha registrado ninguna muerte por la viruela del mono, pero en España se han confirmado dos fallecimientos y uno más en Brasil.

¿Cómo se transmite la viruela del mono?

La viruela del mono se transmite por contacto físico estrecho, especialmente durante las relaciones sexuales, por el contacto de la piel o mucosas con granos o costras, por compartir efectos personales del infectado (toallas, ropa, cuchillas, cepillos de dientes, etc.).

También es transmisible por un contacto prolongado cara a cara a través de gotas de saliva (besos, estornudos, etc.).

La inmunización se compone de dos dosis con 28 días de intervalo o tres dosis para las personas inmunodeprimidas, y se realiza con prescripción previa.

Varias asociaciones LGBTI en Francia han denunciado varios casos de homofobia y bifobia que acompañan a la enfermedad.

"No acuden a pedir ayuda por miedo a ser discriminados de nuevo" apuntó en un comunicado Camille Spire, presidenta de la asociación AIDES, una ONG que lucha contra el VIH y las hepatitis. "Que haya una realidad estadística que exija respuestas específicas no significa que el estigma y la discriminación sean aceptables".