La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, anunció ayer que el Estado va a nacionalizar totalmente EDF, algo que se justifica para garantizar la producción de electricidad frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania con su apuesta por la energía nuclear.

En su discurso de política general ante la nueva Asamblea Nacional salida de las elecciones de junio, que marca el comienzo de la andadura de su Gobierno, Borne dijo que el Estado tendrá “el 100%” del capital de Electricité de France (EDF), que se encuentra en una situación financiera difícil, lastrada por una fuerte deuda.

La empresa, en la que el Estado tiene actualmente un 84% del capital, arrastra un pasivo de 43.000 millones de euros en un momento en que se enfrenta al reto que le ha fijado el presidente francés, Emmanuel Macron, de poner en servicio a partir de 2035 seis nuevos reactores nucleares, con un costo estimado de al menos 52.000 millones de euros.

Y eso sin olvidar los 50.000 millones de euros adicionales que serán necesarios para mantener en servicio el parque atómico actual, compuesto de 58 reactores que normalmente generan un 70% de la electricidad del país, pero que ahora producen un porcentaje muy inferior por el paro de muchos de ellos por labores de mantenimiento y fallos detectados.

La primera ministra, que consideró que la nacionalización total permitirá a EDF diseñar “proyectos ambiciosos”, insistió en que “la transición energética pasa por la energía nuclear” que “es una energía descarbonizada, soberana y competitiva”.

Insistió en que su Ejecutivo quiere controlar la producción de electricidad y de “garantizar nuestra soberanía” frente a los efectos de la invasión rusa de Ucrania. “No podemos seguir dependiendo del petróleo y el gas rusos”, afirmó Borne, que avanzó que en septiembre se definirán objetivos de reducción de las emisiones de carbono por sectores y por territorios. –