En la cima del Puy de Dôme, Jonas Vingegaard recibió la visita de su mujer y de su hija. Un consuelo reconfortante después de ceder 8 segundos con Tadej Pocagar, que le ha recortado en los dos últimos duelos de montaña. “Pogacar me ha recuperado 8 segundos, no es una renta muy importante. Creo que las próximas etapas me van mejor, estoy deseando que lleguen los Alpes”, indicó el defensor del título a la espera del descanso que aguarda hoy al Tour. “Ha sido increíblemente fuerte, merecía esos segundos. Estoy contento de haber conservado el amarillo, tenerlo tras la primera semana no entraba en nuestros planes antes de empezar el Tour”, indicó el danés, que estima que “estamos los dos a un nivel muy elevado, las etapas que mejor me van están todavía por delante, tengo esa suerte, va a ser una lucha encarnizada. Haré todo lo posible para ganar en París”, afirmó. Pogacar, que reforzó su candidatura, dijo que “ha sido un día positivo. Antes de la ascensión final no ha sido muy duro y me he dicho que tenía que intentar algo, aunque sé que Vingegaard está muy fuerte. Quería recuperar algo de tiempo, tengo que meterle la máxima presión”.