Quien haya visto a Elena Irureta en comedias, se quedó fascinado con un personaje desgarrador, el de Bittori en la serie de HBO creada por Aitor Gabilondo, Patria. Es una mujer inquieta, vital y dispuesta a disfrutar de todos los placeres sencillos que tiene a mano. Combina su profesión de actriz con las labores de su casa rural de Zumaia. A la vista tiene una película de la que por prudencia no quiere contar nada, pero que empezará a grabar en otoño.

¿Qué tiene entre manos en estos momentos?

—He acabado con los bolos de la obra de teatro que tenía y ahora tengo pendiente una película que empezará en septiembre. Pero no puedo decir nada aún sobre ella. Es con Marta Díaz, pero todavía no hay nada firmado.

Se presenta un verano tranquilo, ¿no?

—Eso espero. Parece un verano de descanso. Me tranquiliza saber que hay algo en el horizonte. Me gusta mucho el teatro y he tenido gira con Los hijos, he estado en el escenario con Joaquín Climent y Susi Sánchez, ha sido fenomenal. Pero las giras desde Euskadi son mas engorrosas que desde Madrid, lo digo por los viajes y esas cosas. Tengo que ir un día antes a todas partes y regreso un día más tarde y cada función se me alarga mucho. Pero es lo que hay.

Una trayectoria muy larga la suya.

—Ja, ja, ja... Eso ocurre porque soy muy mayor ya. Ha pasado mucho tiempo desde que empecé, primero queriendo ser actriz y estudiando para ello; después al pie del cañón en el teatro, la tele o en el cine. Estoy muy agradecida por todas las oportunidades que he tenido.

Tenía tan poca confianza en sus dotes de actriz que se montó una casa rural.

—Más que poca confianza, lo que quería era tener una seguridad. Ser actriz es tener hoy trabajo y mañana no. Mira, yo escogí una profesión que me gustaba mucho y que me hacía disfrutar. No es que me iba mal cuando pensé lo de la casa de Zumaia. Pero me dije: Seguro que esto para algún día. No voy a vivir siempre de este sueño mío.

Pues parece que sí.

—Es verdad. Aquí estamos, yo sigo con mi profesión de actriz, seguiré mientras me sigan llamando, y con la casa rural que ha cumplido 20 años. Está siendo un año difícil, con la pandemia hemos trabajado muy poco en la casa rural. Ahora la hemos vuelto a abrir y veremos qué tal va. Estoy en un plan de relajo, sabes qué te digo: Que lo que sea será bienvenido. Cuando lo has pasado tan mal como lo pasé yo el año pasado, qué te voy a decir, qué voy a pedir.

Pasó el coronavirus y tardó en recuperarse.

—Me cogió fuerte. Fue chungo. Estuve en el hospital. Ahora miras la vida y todo es relativo. Cuando vuelves a casa después de haberte encontrado muy mal, lo ves todo distinto. No te preocupan cosas que antes sí lo hacían. Lo único que deseas es encontrarte bien y que también lo estén todas aquellas personas que quieres.

Volver a casa se convirtió en su sueño cuando estuvo en el hospital, ¿no?

—Cuando empecé a recuperarme, como no había sitio en los hospitales, habilitaron el hotel María Cristina, me iban a llevar allí, pero yo me fui a casa. Tenía la casa rural cerrada y podía estar en ella sin riesgo de contagiar a nadie.

Podía haber aprovechado, no siempre hay una oportunidad de estar hospedada como una reina en el María Cristina.

—Ja, ja, ja... Como en casa no se está en ninguna parte. Quería volver y olvidarme de lo chunga que había estado.

¿Una vuelta a lo sencillo de la vida?

—Siempre me han gustado las cosas sencillas. Además, durante esta pandemia hemos estado cerrados en Zumaia y te tienes que acostumbrar. Ahora hay que disfrutar de lo que tienes, aunque sea poco, te sabe a mucho. Una comida con amigos, con familia, un café... Todo sencillo. Ahora nos damos cuenta de lo que tenemos. Yo estoy a lo que venga. Hay que vivir con lo que hay. Ahora estamos en momentos de incertidumbre y hay que disfrutar con lo que tienes.

Hablemos de 'Patria'. ¿Bittori es su papel más dramático?

—Podría ser. He hecho otros también dramáticos. Hubo uno, fue en la película Mi hijo Arturo que también fue muy duro. Bittori fue muy intenso.

Sin embargo, usted es una mujer muy de comedia.

—Absolutamente. Me encanta la comedia y es lo que más he hecho. No digo que no a un drama, pero me gusta más hacer reír a la gente. Que salgan del teatro con una sonrisa o se echen una carcajada al ver una serie en televisión es un regalo para mí. También puede disfrutar la gente con un drama...

¿'Patria' era una historia para disfrutar o para sufrir?

—La ficción se hace con el fin de disfrutar. Patria era también una historia para reflexionar. La comedia y el drama sirven para pensar en la historia que te están contando, da lo mismo que te haga reír que llorar, aunque siempre será más agradable la risa que el llanto. La serie de HBO ha tenido mucha repercusión, aún me para la gente por la calle para hablarme de mi personaje.

"Patria' tuvo mucha repercusión, aún me para la gente por la calle para hablarme de Bittori"

"Me cogió el coronavirus y fue muy chungo, ahora miras la vida y todo es muy relativo, la ves diferente"

"Tanto la comedia como el drama sirven para reflexionar y hacer pensar al espectador"

"Soy muy batallera y me apunto a un bombardeo. Todos los personajes que me den me vienen bien"

"Por suerte o por desgracia soy una actriz muy vocacional, unas veces disfrutas y otras sufres"

"Cuando estoy haciendo un drama, quiero hacer comedia y cuando hago una comedia, quiero un drama"