El lunes 28 de abril todo el Estado y Portugal se quedaron sin luz tras un apagón masivo que obligó a suspender gran parte de la programación televisiva habitual.
En medio del desconcierto técnico y el parón generalizado, 'La Revuelta', el programa conducido por David Broncano en La 1 de RTVE, se vio forzado a cancelar su emisión. Pero lejos de resignarse a la suspensión, el equipo del programa volvió este martes con una edición insólita: sin luces, sin público, y con lo mínimo indispensable, como si el apagón aún continuara.
Un plató a oscuras y un presentador con linterna
David Broncano arrancó el programa del martes 29 mirando a cámara desde un plató prácticamente en penumbra. Con un tono entre irónico y crítico, explicó el porqué del apagón informativo de la noche anterior: “El programa no se pudo emitir porque gastaba mucha energía eléctrica, esto es real”.
La dirección de RTVE priorizó los informativos durante la emergencia, obligando a sacrificar formatos de entretenimiento como 'La Revuelta'. Ante este escenario, Broncano decidió responder con creatividad: “Hoy hemos decidido hacer el programa en modo simulacro, por si pasa otra vez. En modo avión: sin luz, sin público y con recursos muy bajos”. Colgado del cuello, el presentador llevaba una linterna “por si pasa cualquier cosa y hay que iluminar el plató”.
Una emisión sin edición y sin cortes
Sin edición ni cortes por ordenador, Broncano advirtió a su equipo: “Esto va del tirón. No hay edición, así que tened cuidado con lo que decís”. La frase provocó la broma inmediata de Grison: “Hoy me voy a la p...calle”, consciente de que cualquier desliz quedaría al aire.
La falta de público, elemento esencial para el dinamismo del programa, dejó a colaboradores como Sergio Bezos sin función clara. “¿Qué hago yo?”, preguntaba desconcertado. Broncano fue directo: “El programa pierde mucho sin gente. Se lo debemos todo al público”, en clara muestra de agradecimiento hacia quienes llenan las gradas noche tras noche.
El clima recordó a los programas grabados durante la pandemia, una referencia que no pasó desapercibida para los miembros del equipo. Ricardo Castella incluso vistió como solía hacerlo en la etapa de 'La Resistencia' en Movistar Plus+, lo que Broncano no tardó en señalar entre risas.
Borja Iglesias amenaza con comprar 'La Revuelta'
En este peculiar programa en penumbra, el invitado fue Borja Iglesias, delantero del Celta de Vigo. El futbolista visita 'La Revuelta' tras anotar tres goles al Barcelona en Montjuïc, un esfuerzo individual que no evitó la derrota de su equipo (4-3).
Durante la entrevista, Broncano le lanzó una de sus clásicas preguntas sobre dinero. “¿Dinero en el banco?”, preguntó el presentador. El futbolista, sin rodeos, respondió: “Un poquito más que la última vez. Entonces dije entre 10 y 15 millones; ahora estoy más cerca de los 15”. Grison bromeó al instante: “Podrías pagarnos una temporada entera de 'La Revuelta'”. Broncano no se quedó atrás: “Si tú nos das los 14 millones, el año que viene hacemos el programa en tu casa”.
La ocurrencia siguió creciendo cuando Ricardo Castella, director del programa, apuntó: “En vez del programa del Perro (por Pedro Sánchez), sería el programa del Panda”, en alusión al apodo del delantero. Lejos de rehuir la propuesta, Borja recogió la idea con humor y entusiasmo: “Me he abierto un canal de YouTube, podríamos hacerlo ahí. Pasadme con quién tengo que hablar por si me decido”.
Su peor etapa como futbolista: “No tenía ganas de jugar”
Más allá del dinero y las bromas, Borja Iglesias también mostró su lado más humano. En un momento íntimo, confesó haber atravesado una etapa complicada en su carrera profesional: “Hace un par de años estaba desencantado con mi profesión. No tenía ganas de seguir jugando al fútbol”.
Broncano, sorprendido por la honestidad del jugador, le dio espacio para desarrollar su reflexión. Borja señaló que este tipo de sentimientos son más comunes de lo que se cree en el fútbol profesional, pero que rara vez se verbalizan. “En general, al hombre no se le permite mucho decir que está mal o que está triste”, comentó.
Pese a esos momentos difíciles, el delantero aseguró que hoy se encuentra en una etapa feliz y que disfruta especialmente del día a día con sus compañeros: “Me gusta mucho el ambiente de vestuario”, dijo. Y, entre risas, cerró con una reflexión: “Es más fácil cambiar las dinámicas emocionales de un equipo que meter goles”.