Si hay un programa que se ha convertido en el gran éxito del verano, ese ha sido el ‘Grand Prix’ que ha vuelto a la pantalla tras casi dos décadas después de muchas peticiones por parte de los espectadores y desde entonces no deja de cosechar grandes audiencias semana tras semana. 

La esencia del formato sigue siendo la misma, sin embargo, uno de los personajes más queridos no ha podido volver tal y como se conocía debido a la Ley Animalista, aun así el programa no tardó en ponerse manos a la obra para encontrar un digno reemplazo a la recordada vaquilla. 

El formato encontró el sustituto ideal en un disfraz de vaquilla con una persona dentro que interpretase a la perfección el papel y Miguel Del Pozo fue el elegido para tan importante y original misión.

¿Pero quién es Miguel Del Pozo? 

ASÍ ES MIGUEL DEL POZO, LA PERSONA DETRÁS DE LA VAQUILLA DEL ‘GRAND PRIX’

Miguel Del Pozo seleccionado para poner en apuros a los pueblos participantes en alguna de las pruebas del concurso, está vinculado al mundo del atletismo, tiene 41 años, es madrileño y forma parte del Club Atletismo Suances.

Miguel es corredor en las categorías de 5000 metros y 10000 metros o media maratón y también ejerce como entrenador en la escuela de atletismo de Palomeras, además de ser trabajador de la empresa Bosch.

Sin embargo, Del Pozo aún tiene tiempo para más y también se esconde tras el personaje del delfín Ramiro, la mascota del equipo de baloncesto Estudiantes

El atleta ha hablado de su nuevo trabajo como vaquilla del ‘Grand Prix’ con ‘El Periódico’ y ha confesado que fue su cariño por el programa en su primera etapa, lo que lo llevó a aceptar el puesto: “De niño me encantaba, pero al ser de Madrid no tengo pueblo. Tampoco hay tanta oferta de mascotas. Nunca me he visto tan capacitado para un trabajo. Ni siquiera siento que estoy trabajando”, ha asegurado al citado medio y ha desvelado que “en algunas pruebas, si quiero molestar, puedo molestar muchísimo. En otras, sin embargo, quiero dar con todas mis fuerzas y es más difícil, y eso es un poco frustrante. Por suerte, según avanzan los programas, los equipos van sabiendo mejor cómo elegir los comodines”.