BILBAO- El talent show musical tiene como objetivo seleccionar al protagonista de Goa!zen entre los participantes. Zuriñe Hidalgo, profesora de infantil y cantante del grupo vasco Hesian, está encantada con su trabajo en ETB; lleva cinco años y por el momento ha dejado la docencia a un lado a pesar de que confiesa que trabajar con niños es una de las cosas que más le gustan porque es su verdadera vocación. A lo largo de la entrevista, confiesa que le encanta subirse con su banda a un escenario, pero también habla de lo difícil que es vivir de la música en Euskal Herria. Para ella cantar va más allá del hobby: “Se acerca más a un trabajo pero con una recompensa económica que no se puede considerar un sueldo, la recompensa es poder cantar, hacerlo en euskera y ver al público escuchándote”, señala.

¿Qué le aporta presentar ‘Bago!az’?

-Es la tercera edición y me resulta un trabajo muy divertido, me lo paso muy bien. Tiene la presión de presentar una gala de noche, a mí siempre me da mucho respeto, tiene una responsabilidad grande, pero me lo paso tan bien que se me olvida todo.

¿Cuánto tiempo lleva relacionada con el mundo de la televisión?

-Empecé siendo una niña cantando y bailando en un programa musical. Me inicié en el otro lado, como participante, esa fue una experiencia de niña y de adolescente impresionante, presentando programas cinco años.

Una apasionada de la música.

-Y que lo digas. Mi primer grupo lo formé con amigos y amigas con 16 años y en Hesian estoy desde los 19 y tengo 28. Fíjate, llevo más de doce años en grupos y relacionada con lo que es la música desde que era muy cría. A formarme empecé con seis años en la escuela de música de mi pueblo, estudié lenguaje musical y txistu y a los 12 años estaba participando en programas musicales en Euskal Telebista. Llevo toda mi vida metida en el mundo de la música. De una manera o de otra, la música siempre ha estado conmigo.

¿Cómo nace su afición por el ambiente musical?

-No lo sé. Mis padres me han dicho que siempre estaba cantando, desde muy pequeñita. A mi abuela le encantaba cantar y cuando estaba con ella era lo que hacíamos todo el día. No sé en qué momento empecé, creo que vino conmigo desde que nací. Soy txistulari también, pero lo que realmente me gusta es cantar.

En los grupos musicales predominan los hombres, ¿no?

-Sí, es cierto, pero eso ocurre encima del escenario. Si se va a una escuela de música, no hay más niños que niñas, el número es bastante parecido. Pero sí, puede ser cierto que en el escenario o a la hora de tomar la decisión de formar grupo hay más hombres que mujeres. Hay un análisis profundo que hacer.

¿Por qué esa renuencia femenina a formar una banda o a subirse a un escenario?

-Es evidente que encima de los escenarios lo que predomina es el hombre. No sé decir por qué ocurre, quizá sea por miedo, pero no lo sé a ciencia cierta. Es un tema que se tendría que debatir.

Sin embargo, a usted sí que le gusta estar en el escenario.

-Bueno, es algo que me fascina. Me gusta cantar. Pero a pesar de que no haya muchas mujeres, la presencia cada vez va siendo mayor. Hay mujeres en el grupo Huntza, en Nogen también. Es cierto que es la mujer quien casi siempre toma el papel de la cantante, pero en Nogen hay una chica que es bajista; en Huntza está Josune que canta y toca la trikitixa y Uxue también canta y además toca el pandero. En nuestro grupo somos dos mujeres, Ane, bajista, y yo cantante.

¿Se puede vivir de la música en Euskadi?

-Es muy difícil. Sobre todo si cantas en euskera y formas parte de un grupo de siete personas. Tenemos todos los puntos para no poder vivir de ello. Hace poco, empezamos a repartir algo, pero muy simbólico. Se habla de por amor al arte, pues existe, en nuestro caso es por amor a la música.

¿Como hobby?

-Un hobby no requiere tantísimo trabajo, empeño y tantísimas horas de dedicación. Es un esfuerzo muy grande, no tiene nada que ver con un hobby. Es como otro trabajo.

¿Trabajo sin beneficios?

-Sin beneficios económicos, pero con otros muchos beneficios. Tiene una pequeña recompensa económica, ni siquiera se le puede llamar sueldo, pero la recompensa está en la satisfacción de tocar, de cantar y de hacer discos. Generalmente, lo que ganamos, muy poco como te digo, suele ser para invertir en grabar un disco, pero vivir de la música en Euskal Herria es muy difícil, muy pocos lo consiguen. Para vivir tenemos que hacer otros trabajos. Pero sí es cierta una cosa, disfrutamos mucho cuando salimos al escenario como Hesian.

¿Le hubiera gustado que fuera su profesión?

-La música es una pasión, es algo que llevo dentro, hay mucha gente a la que le pasa lo mismo, pero sabemos que es difícil, que vivir de ella es prácticamente imposible.

¿Y de qué come?

-Ahora mismo del trabajo de la televisión. Soy maestra de educación infantil, pero llevo ya tres años sin ejercer porque al empezar a trabajar en estos programas de la tele me era muy difícil compaginar las dos cosas. Por mucho que la grabación sea solo dos días a la semana, de lunes a viernes hay escuela con horario completo; era imposible. Ahora, mi trabajo está en la televisión, suelo dar charlas, presento actos fuera de la tele.

¿Le gusta más que dar clases de infantil?

-Es otra historia. El día que lo que estoy haciendo falle, bien porque se han cansado de mí o me he cansado yo, volveré a trabajar de maestra porque me encanta. Estar con niños es realmente mi vocación y es para lo que yo he estudiado. Me hace muy feliz trabajar con los niños, seguro que un día volveré.