uNA historia localizada en Florida protagonizada por un elenco de actores afroamericanos, pero todo ello bajo la batuta y dirección del español Antonio Méndez Esparza. Desde el otro lado del charco, pero con firma de aquí, llega La vida y nada más, un filme que, desde el drama, retrata la vida de un adolescente afroamericano, Andrew, que anhela encontrar su sitio en la vida enfrentándose a la presión de las responsabilidades familiares.

El segundo largometraje del cineasta madrileño arranca con Regina, una madre soltera que vive al norte del estado de Florida con sus dos hijos, y trata de llegar a fin de mes al tiempo que lucha contra la rutina y las dificultades del día a día. Su hijo mayor, Andrew, de 14 años, está lleno de desprecio hacia su madre, y se ve forzado a enfrentarse a responsabilidades familiares, al tiempo que inicia una búsqueda por comunicarse con su ausente padre. Sin embargo, este propósito le llevará a tomar un peligroso camino.

En esta radiografía de una de las realidades latentes en la sociedad norteamericana, Antonio Méndez ha apostado por un elenco formado por actores no profesionales, en un acercamiento al neorrealismo cinematográfico. Precisamente Méndez señala a Cesare Zavattini, padre de este movimiento, como un referente. “Intentamos dar voz a aquellos en circunstancias desesperadas. Esta es una filosofía que empleé en mi anterior película, Aquí y Allá, y que sigo explorando. La sola aparición en la pantalla de los actores no profesionales es un acto de resistencia política. Ellos gritan, susurran o lloran con cada acción y el espectador lo vive como si estuviera allí”, afirma.

Para escribir el guion, Méndez se inspiró en un puñado de charlas que mantuvo con varias familias afroamericanas, a la par que complementaba esta información con entrevistas con jueces, asesores legales, educadores sociales... Se trata de un filme de ficción, pero asentado sobre muchas historias reales.

La localización, el condado de León, en Florida, no es aleatoria. “Es un emplazamiento que incluye un campus universitario así como la tasa más alta de criminalidad per cápita en todo el Estado”, apunta el director. “Es un lugar donde siempre, en todos lados, se percibe la desigualdad”, concluye.

Según el informe trimestral juvenil de Florida, más del 80% de las personas fichadas entre enero y marzo del 2016 fueron afroamericanos, y casi el 50% eran jóvenes de entre 12 y 15 años. Uno de ellos podría ser Andrew, el protagonista de Una familia y nada más, que frente a problemáticas como familias desestructuradas, la raza y el sistema legal, delinquen como vía de supervivencia.