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Pablo Motos: “Con los políticos hay que ser educado pero no tener mucha amistad”

Pablo Motos dejó a ‘Trancas’ y ‘Barrancas’ aparcadas en Antena 3 para cocinar en Bilbao con Karlos Arguiñano dentro de la programación de la feria Hogarmanía

Pablo Motos: “Con los políticos hay que ser educado pero no tener mucha amistad”Jose Mari Martínez

Bilbao - Cocinar con Karlos Arguiñano le pareció una experiencia superior y participó en la feria Hogarmanía que se celebra hasta mañana en el Palacio Euskalduna. El presentador de Antena 3 habló con este periódico largo y tendido sobre sus manías y su forma de trabajar. Le gusta lo que hace, aunque al principio solo pensaba quedarse un año metido en El hormiguero y ya lleva diez.

¿El astro de la cadena?

-¿Me has llamado astro?

No es un insulto, ¿o sí?

-Ja, ja, ja... ¡Qué vértigo! Yo voy por la noche. Por la mañana el que levanta las cosas es Arguiñano. Hacemos muchas horas en la tele.

¿Se sube el éxito a la cabeza?

-Estoy seguro de que sí, pero a mí no me hagas esa pregunta...

¿Se le ha subido y no quiere contestar?

-Dicho así, ¡uy! No se me ha subido nada...

Vaya respuesta.

-No es lo que estás pensando. Ja, ja, ja... Soy un tío muy atípico en la tele, no soy un presentador de televisión que va y presenta. Soy el productor, el director, la limpiadora, el presentador y todo lo que haga falta. A las 9.00 de la mañana estoy en la productora y a las 11.20 de la noche estoy de nuevo en mi casa. No se me puede subir a la cabeza; como no salgo, no me doy cuenta.

Seguro que haciendo tantos trabajos se ha hecho usted multimillonario...

-¿Quieres saber si tengo pasta? No ando mal, no soy como Karlos (Arguiñano), pero no me quejo.

Muy importante no debe de ser porque usted no ha salido en los ‘papeles de Panamá’.

-Eso me pasa por estar siempre trabajando, no estoy en los papeles de Panamá. Mira, si viene un asesor a proponerme algo, a mí me parece mal, y si es un tío del banco, mal.

¿Hombre de poca fe?

-No, pero no les hago mucho caso. A mí siempre me han llamado tonto. No invierto, dejo el dinero a la vista, vienen las inspecciones de Hacienda y me joden, pero no he invertido en nada, ni en Panamá ni en Panamó.

¿Quién pinta más en ‘El hormiguero’, Pablo Motos o ‘Trancas’ y ‘Barrancas’?

-Más mérito que yo tiene cualquiera del equipo.

Hoy le toca ir de modesto.

-Ja, ja, ja... las hormigas son el alma del programa, los días en los que las cosas no salen bien las que salvan El hormiguero son ellas.

¿Qué ha aprendido de los famosos que lleva al plató?

Muchísimas cosas. Ser famoso no es una enfermedad.

Pues algunos enferman por conseguirlo.

-Es posible. Ser famoso es estar en contacto con muchísima gente. He aprendido mucho de los mejores. Me interesa el deporte y cómo cuidarse. Si quiero saber de cocina, lo tengo claro: Karlos Arguiñano.

Cocinar a la vera de Arguiñano tiene que ser...

-Un deporte de riesgo. Él es uno de los mejores y es un honor.

¿Una osadía cocinar con él en la feria de Hogarmanía?

-Un lujo. Estoy en Bilbao, estoy con amigos y es una ciudad preciosa. Si tengo que preguntar dónde comer, Arguiñano me lo va a resolver. Si volvemos a meternos en El hormiguero, te diré que el regalo que me llevo de él son los amigos que he hecho. He conocido gente que ahora son mis amigos y no me lo creo. En verano buceo con Pedro Duque.

¿Soraya Sáenz de Santamaría?

-No diría que es amiga mía...

Pero sí compañera de baile.

-Cierto, bailamos juntos, hemos comido en varias ocasiones y me parece una persona muy interesante.

¿Amistades peligrosas?

-Ja, ja, ja... No, pero con los políticos siempre hay que tener un poco la guardia puesta. Les he entrevistado a todos y me temo que les voy a volver a entrevistar porque vuelven unas elecciones repetidas y marcianas en las que nadie sabe lo que va a pasar.

Así que hacer ‘amiguitos’ entre los políticos no le gusta.

-Con ellos hay que ser educado, pero no hay que hacerse muy amigo. Quizá a la hora de hacerle una pregunta después no se la hago y entonces haría mal el curro.

Me tiene intrigada, ¿lo del bótox era verdad?

-Claro, por supuesto, todo lo que digo es verdad. Solo fue una vez. Me llevó mi mujer a un spa, comida macrobiótica, no había dios que se comiera aquello, todo era un aburrimiento. En el spa había dos rusas que hacían los tratamientos de belleza y yo fui y dije: “A mí, házmelo todo”.

¡Que confiado!

-Un día me pincharon bótox y me dejaron cara de chino. Mi mujer me preguntó qué me había hecho y yo ni sabía responderle, me quedé con cara de chino tres meses. A mí me gusta probar y ver las cosas por lo menos una vez.

Cuando comenzó con este programa en Cuatro, dijo que solo iba a estar una temporada... Sí que le ha cogido gusto a la televisión.

-Ya no hago más previsiones, no doy ni una. Antes de eso, recuerdo que también dije que no volvía a la tele ni harto de vino. En la radio estaba bien y no quería ver la televisión ni en pintura.

No es un hombre de palabra.

-Ja, ja, ja... Parece que no. Llevo ya diez años haciendo un programa del que dije que solo haría uno.