LOS admiradores de Madame Bovary, la novela más conocida de Gustave Flaubert, podrán disfrutar con las referencias a este clásico de la última película de la realizadora francesa Anne Fontaine (Chloe). A diferencia de Claude Chabrol (Madame Bovary, 1991), la directora no aborda a Flaubert de frente, sino que lo pasa de contrabando, como ya hizo Philippe Le Guay con El misántropo en Molière en bicicleta (2013), otra película protagonizada por Fabrice Luchini.
Primavera en Normandía, titulada originalmente Madame Bovery, narra la historia de Martin Joubert, un parisino que hace años decidió mudarse a un tranquilo pueblo de Normandía para abrir su propio negocio, una panadería. Cuando una pareja de ingleses llega al pueblo para instalarse en una granja cercana, Martin, apasionado de las novelas de Flaubert, encuentra en la pareja muchos rasgos que le recuerdan a sus obras tanto en sus nombres (Gemma y Charles Bovery) como en su comportamiento. Poco a poco estrecha su amistad con la pareja y se siente cada día más fascinado por Gemma, a quien idealiza hasta creer que ella es la propia Madame Bovary, por lo que tratará de interferir en su trágico destino.
Para escribir el guion, Anne Fontaine y Pascal Bonitzer han adaptado la novela gráfica Gemma Bovery, de Posy Simmonds, inspirada en la obra de Flaubert. Como en el cómic de Simmonds, la cinta está cargada de humor y de ironía. Sin embargo, existen diferencias entre la novela gráfica y la película. Mientras que la primera transcurre principalmente en Londres, la cinta se desarrolla en Normandía, el escenario de Madame Bovary. Además, el personaje de Gemma, en ocasiones antipático y cínico con los hombres en la novela gráfica, tiene un carácter dulce e irresistible en la película, más cercano al personaje de Flaubert.
Frente a los múltiples puntos de vista de la novela gráfica, Primavera en Normandía cuenta la historia a través de la mirada de Martin. El panadero es un narrador a caballo entre el director cinematográfico y el escritor, pero se llega a implicar en la trama al caer enamorado de la joven inglesa. Convencido de tener su líbido bajo control, se cree sexual y afectivamente prejubilado, pero pierde el control ante la combinación de una chica extremadamente atractiva, Gemma Bovery, y un personaje de ficción, Emma Bovary. Sus diez años de tranquilidad sexual se volatilizan de un plumazo.
La película rebosa sensualidad a través de los paisajes y la atmósfera de Normandía, de una luz envolvente y cálida, del atractivo personaje de Gemma y del oficio de Martin. En este sentido, destaca por su erotismo la escena en la que el panadero enseña a la joven a amasar pan.
El personaje de Martin es interpretado por el actor francés Fabrice Luchini (Asterix y Obélix: Al servicio de su majestad), un gran apasionado de Flaubert. La británica Gemma Arterton, que ya había encarnado al personaje de Posy Simmonds, Tamara Drewe, da vida a Gemma Bovery, la joven que enamora a Martin con su irresistible atractivo. La actriz tuvo que trasladarse a Francia seis meses antes del rodaje para aprender francés y preparar su personaje.
Además de la pareja protagonista, existen en la película una serie de personajes secundarios que introducen la idea de que los ingleses consideran Francia como un remanso de verduras y los franceses miran con desconfianza a los ingleses. En estos papeles, encontramos entre otros a Niels Schneider como Hervé, el joven señor de la localidad, hijo de familia de alta posición y algo débil; Isabelle Canelier, esposa de Martin en el filme, en ocasiones indulgente con él y en otras desesperada; Elsa Zylberstein como Wizzy, una mujer con fobias extrañas e ideas insólitas sobre la comida; Jason Flemyng, en el papel de Charles Bovery, el hombre a quien todos engañan, y Mel Raido, que interpreta a Patrick, antiguo novio de la protagonista.