Bilbao - Es feliz como tertuliano en La Sexta y espera ser igualmente feliz en el programa que empieza el domingo en Discovery MAX. Disfruta charlando en televisión y opina que en estos momentos Catalunya es una tertulia. Dice que es un Da Vinci de primer curso porque, aunque es de letras, a él le interesan muchas cosas del mundo de la ciencia, sobre todo la aplicada a las técnicas de navegación, ya que es capitán de yate y dedica los fines de semana a navegar.
Sardá en un programa sobre ciencia suena un poco raro.
-¿Por qué? A mí me dicen si quiero hacer un programa de televisión y digo que no o depende...
¿Ya no le gusta la televisión?
-Estoy muy bien de tertuliano en La Sexta, escribiendo... Pero me ofrecen ADN MAX y no puedo decir que no, es una perita en dulce. Es un programa de Discovery sobre ciencia con unos colaboradores extraordinarios.
¿Y qué sabe usted de ciencia?
-Soy una persona muy heterodoxa: soy de Letras, estudié Ciencias de la Información y pensaba que lo mío era escribir; luego hice radio y televisión y soy capitán de yate. La ciencia me interesa mucho aplicada a las técnicas de la navegación, soy muy rarito.
¿El da Vinci del siglo XXI?
-Ja, ja, ja... De alguna manera, sí; pero no sé pintar como él.
Nadie es perfecto.
-Bueno, lo dejamos en primer curso de da Vinci. Ja, ja, ja...
Hacía tiempo que no le veíamos con programa propio.
-He ido haciendo cosas, pero lo que no quiero es ir a la guerra mundial otra vez...
Vamos, que no quiere tener a las audiencias de frente.
-Claro que no. Prefiero hacerlo lo mejor posible pero que el proyecto me guste, que sea atractivo.
Las tertulias parecen una jauría con gente que grita, ¿le gusta a usted ese modelo de televisión?
-Me gusta ser tertuliano, pero que una tertulia sea enfática no quiere decir que sea una jauría, eso que tú dices es otra cosa. Permíteme que reivindique la figura del conversador, del analista...
Ya, pero se habla muy fuerte.
-También reivindico la figura del que discrepa mucho de algo. Catalunya se ha convertido en estos momentos en una inmensa tertulia, está dividida en la mitad.
Y desde el domingo parece que más.
-Eso es, estamos media Catalunya mirándose en el espejo de la otra.
¿Cómo cree que va a acabar?
-Espero que esto no afecte la convivencia para nada, y espero que dé lugar a algo mejor.
Las posturas entre el gobierno catalán y el español parecen no estar muy de acuerdo.
-Ja, ja, ja... Me ha gustado esa forma tuya tan sutil de decir: Parecen no estar muy de acuerdo.
Era por decirlo de alguna manera.
-Hace tiempo que el gobierno español tenía que haber tomado la iniciativa respecto a lo que iba pasando en Catalunya, hablar con Mas, dirigirse a los catalanes, hacer algo. El gobierno español ha sido en este tema afásico y apático.
¿Va a seguir escribiendo libros?
-He escrito cinco, pero tengo tal cúmulo de cosas, que no sé, no lo tengo nada claro.
Capitán de yate pero ¿tiene tiempo para navegar?
-Vivo al lado de la costa y los fines de semana me dedico a navegar, algo de tiempo tengo.
Así que es usted un dominguero del mar.
-Ja, ja, ja... Si lo ves así, soy un dominguero. Me gusta mucho la navegación.
‘Crónicas marcianas’. ¿Echa de menos aquellos años? ¿Haría una regresión?
-No, no, no... Echarlo de menos no, pero fue una época de disfrutar, fueron ocho años en los que la gente se lo pasó bomba y fueron momentos de estar muy arriba, algunos momentos muy discutibles y otros malos. Pero fue un plan irrepetible, para mí una época extraordinaria. Pero estamos en los tiempos que estamos y ahora toca disfrutar este momento.
Cuando hacía ‘Crónicas marcianas’ decía que el director de la sucursal de su banco le saludaba muy atento, ¿ahora también?
-Ja, ja, ja... Lo decía cuando cuestionaban mi prestigio y el del programa, acababa con la frase: Pero mi director de banco está muy contento. ¿Ahora? Supongo que también, ¿no?