El alucinante mundo de Norman realiza una exquisita reactualización de la animación stop-motion, una técnica que consiste en construir decorados, vestir a los personajes y fotografiar cada cambio de movimiento para constituir 24 fotogramas por segundo. Un resultado que muchos ensalzan por su naturalidad y efecto entrañable que difiere de la frialdad digital.
El humor cáustico y no-correcto de Norman es lo mejor de la película. Sobre todo en el inicio. El universo del protagonista, un niño que habla con los muertos y que sufre bullying, está resuelto con tanta inteligencia que no necesita subrayar ese apartado como otras animaciones supuestamente más didácticas.
A través del doblaje y las características amigables intrínsecas del mundo de Norman (su chandalera hermana, la abuela, su único amigo…) vivimos con cariño sus desventuras. Una película con la que disfrutarán tanto adultos como niños. Se nota que los creadores han disfrutado moviendo y dando vida a sus personajes y mejorando el universo de Los mundos de Coraline, de los mismos autores: Sam Fell y Chris Butler. Una agradable propuesta con unos fantasmas algo insulsos.
Dirección: Sam Fell y Chris Butler. Guion: Chris Butler. Voces originales: Anna Kendrick, Casey Affleck, Tucker Albrizzi. Nacionalidad: Estadounidense.