Vuelve el maestro japonés

Director y guionista. Takeshi Kitano. Fotografía. Hitoshi Takaya. Reparto. Beat Takeshi (nombre artístico de Takeshi), Tomokazu Miura, Kippei Shiina, Ryo Kase. Estreno. Festival de Cannes 2010.

Takeshi Kitano aborda con mimo la planificación de las escenas violentas, desde una colleja hasta un disparo ralentizado y de gran belleza plástica en Outrage, su última propuesta en el cine protagonizado por jakuzas, mafiosos japoneses. Hablar de cine yakuza no sería correcto, pero sí de su sentido literal: el del perdedor o fracasado.

El nihilismo lacónico de sus personajes y el camino irrevocable hacia la perdición hace que Outrage esté tan lejos del cine clásico yakuza como cercano a un ejercicio de estilización de la violencia y la amoralidad como principios absolutos. Kitano es uno de los autores mejor dotados para crear episodios de violencia física en sus variantes más secas y sofisticadas. Incluso el color de la sangre hace juego con sus lustrosas secuencias.

Violencia que huye de la fisicidad y que recurre a la mecánica de mentiras y palabras que suenan como dardos. Outrage es implacable de principio a fin, hasta la sonrisa irónica de Kitano sobre un mundo amargo que nunca acaba, incluso cuando ejecutan, es impecable.

Le sienta bien el traje nihilista a este sujeto, icono televisivo en Japón y tan occidentalizado como el sushi.