BILBAO. La web infocatolica.com anunció ayer que quedaba "supendido a divinis el sacerdote que participa en la actual edición de Gran Hermano". La página web del Arzobispado de Barcelona confirmó la noticia y adjuntó el decreto de suspensión en el que se explica que es "una sanción temporal" que tiene como objeto "suscitar en el Padre Molina un deseo sincero de cambio y de conversión" y que estará vigente "hasta que sea oficialmente revocada por decreto contrario". Al parecer, según se publica en la página, el Padre Araujo -Secretario General de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón- ya advirtió a Juan Antonio Molina Sanz de las posibles consecuencias y "pidió expresamente al sacerdote suspendido que no accediera a formar parte de los concursantes de dicho programa, advirtiéndole de las consecuencias que tendría su desobediencia". El Arzobispado matizó que la suspensión se mantiene "el tiempo que dure su participación en un programa televisivo". Por esta pena le está prohibido todo trabajo pastoral, la celebración pública de la Eucaristía, la predicación y confesar a los fieles. Los efectos de esta pena quedan suspendidos cada vez que sea necesario atender a fieles en peligro de muerte según el Canon 1335.
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