Ferrol/Madrid. El periodista Iñaki Gabilondo, invitado por el Club de Prensa de Ferrol para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa, alertó ayer de que "el mayor enemigo de la libertad de expresión es el paro", porque "atenaza" y "asusta" a la gente joven que se incorpora a la profesión.

Gabilondo (Donostia, 1942), que acudió para presentar su libro El fin de una época, afirmó que "la falta de estabilidad, los contratos basura, los salarios de miseria, resienten mucho la libertad de expresión porque afectan a los sectores que vienen con el aliento juvenil". "La gente joven que carga los motores con la nueva vitalidad y con un soplo de libertad viene atenazada, asustada y paralizada por la crisis", aseguró. "Los chicos jóvenes de todas las redacciones están más tratando de adivinar la manera de quedarse que pensando en las cosas que pueden contar", añadió.

Gabilondo también hizo referencia al "mundo nuevo" que "ha anunciado" Wikileaks, que esta semana recibirá en Ferrol el Premio José Couso a la Libertad de Prensa, creado en recuerdo al cámara ferrolano José Couso, fallecido en Irak por los disparos de un tanque norteamericano. Para este periodista es menos interesante el contenido de las revelaciones de Wikileaks, que si bien es "interesante en sí mismo" no dispone del carácter "histórico" de presagiar "un mundo sin secretos", en el que incluso se puedan llegar a abrir "otros cajones" como los de "las verdades bancarias". "Yo me quedo menos en la revelación de un embajador a otro y más en el hecho de que se descubra que las estructuras tradicionales de relación corren el riesgo de desaparecer", afirmó, para añadir que le produce "gran vértigo" imaginar que "todo pueda estar al alcance de todos, todo lo que se cueza en el Universo", como en la biblioteca de Alejandría.

Por otra parte, Comisiones Obreras difundió ayer un manifiesto con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa en el que solicita una ley que defina "los derechos y deberes de los periodistas". "Periodistas de CC.OO. considera que la libertad de prensa y los derechos profesionales de los periodistas son cuestionados incluso en los países más democráticos, donde los cambios económicos y tecnológicos llevan aparejado un claro deterioro en las condiciones de trabajo y terminan socavando los niveles tradicionales de pluralidad de los medios de comunicación", señaló.