La demanda para alquilar una vivienda está ganando protagonismo a la compra y se sitúa en niveles previos, de forma que a principios de 2021 se situaba en el 50%, mientras que un 40% buscaba comprar y un 10% demandaba ambas modalidades.

Según un informe realizado por Fotocasa, la demanda para alquilar una vivienda ha crecido y supera en dos puntos a la que había antes de la crisis sanitaria. Así, en febrero en 2020, justo antes de que estallara el covid-19, el 48% de la gente que demandaba vivienda era en régimen de alquiler frente al 30% que buscaba compra.

A mediados de año, esa tendencia cambió ligeramente y la demanda de vivienda bajó hasta el 44%, incrementándose la de compra hasta el 49%.

En estos momentos, la demanda de alquiler crece hasta el 50% y la de compra cae hasta el 40%.

El citado portal inmobiliario señala que tras un año de pandemia las necesidades de los ciudadanos han cambiado y ahora cada vez más personas buscan viviendas con salida al exterior en forma de terraza o balcón, lo que está provocando un éxodo de las grandes ciudades a la periferia.

La flexibilidad que aporta la opción residencial del alquiler facilita la búsqueda lejos de los grandes núcleos urbanos donde, además, el precio de las rentas es más asequible.

Además, se ha reducido al 6% el peso de la gente que quiere vender su vivienda para comprar otra, una caída que refleja sus expectativas a la baja o la inestabilidad económica y laboral.

Otra fuente inmobiliaria, en este caso el portal Idealista ha señalado que la pandemia no ha traído consigo la aparición masiva de más pisos asequibles. Hace referencia a que en el mes de marzo de 2021, el 18,1% de las viviendas en venta anunciadas en capitales de provincia en Idealista tenían un precio inferior a los 100.000 euros, mientras que justo antes de comenzar la pandemia ese porcentaje se situaba en el 17,6%.