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Ofrece una recompensa de 400 euros a quien descubra quién le tira botellas de cristal en Bilbao

María Campo, una vecina de Arrigorriaga, denuncia que los vecinos de la calle Gimnasio la atacan por su actividad en un local

Ofrece una recompensa de 400 euros a quien descubra quién le tira botellas de cristal en BilbaoOskar González

"Se ofrecen 400 euros a quien facilite la identificación, con imágenes o vídeos como prueba, de la persona que lanza botellas por la ventana entre los portales 5 y 7 de la calle Gimnasio de Bilbao". Este es el anuncio que la vecina de Arrigorriaga, María Campo, ha publicado en sus redes sociales para intentar poner fin a la difícil situación que está viviendo.

Campo acude cada mañana con miedo a abrir la persiana de su local, situado en esta calle de la capital vizcaina. "En el último año me han lanzado objetos contundentes, como botellas de cristal, unas veinte o treinta veces. Por suerte no me han alcanzado, aunque han roto los cristales del local en varias ocasiones. También han destrozado tres o cuatro cerraduras", asegura.

La afectada confiesa que lo peor es el temor constante a resultar herida si uno de los objetos llegara a golpearla. "No pararán hasta que me den un botellazo. Es un abuso claro contra mí", lamenta.

Algunos de los restos de cristales que han lanzado al local.

Gracias a la publicación que ha realizado en redes sociales, algunos usuarios han aportado información sobre los posibles agresores: "Empecé ofreciendo 200 euros, pero subí la recompensa porque no puedo más. Mucha gente ha señalado una misma ventana, aunque parece que los objetos podrían ser lanzados desde diferentes puntos al mismo tiempo, por lo que lo más probable es que sean varios los agresores", explica Campo.

"Aquí se vende droga"

Además de los lanzamientos y los daños materiales, el local de Campo también ha sufrido pintadas en las que la acusan de vender droga en su interior. La afectada niega rotundamente dedicarse a la venta de estupefacientes y asegura que no hace daño a nadie. "Tengo que buscarme la vida porque tengo dos hijos y no cobro ninguna ayuda. Es verdad que comercio con algunos productos, como alcohol o tabaco, pero no es nada que no haya en un supermercado", apunta.

Campo sostiene que no entiende por qué algunos vecinos de la zona la han tomado con ella. "No hago ruido ni meto a gente problemática en mi local. Los que viven aquí quieren culparme de todo lo malo que pasa en esta calle, y no es así", concluye.