"Me apuñala un centímetro más arriba y no lo cuento"

“Me apuñala un centímetro más arriba y no lo cuento”. Así es como el joven que recibió hasta nueve puñaladas en diferentes partes del cuerpo, como el cuello o el tórax, recuerda la frase que le dijeron los sanitarios que le atendieron tras haber sido víctima de un intento de homicidio por parte de otro joven de 18 años, a quien la Ertzaintza detuvo, pero, según confesó a Telebilbao en una entrevista recogida por Radio Nervión, unas horas después se lo encontró andando por la capital vizcaina, en el momento que giró una esquina “le ví con unos amigos”.

Pese a que la agresión con arma blanca tuvo lugar el pasado jueves, los hechos comenzaron el miércoles por la tarde. “Salí con una chica de fiesta y quedé con ella en el entorno del Museo Guggenheim. Cuando fui, esta persona, que nadie conocía, le estaba pidiendo un cigarrillo a la chica”, explica. Posteriormente, le pidió que le dejara en paz a lo que el agresor le dijo que “la chica era suya”. En ese momento, tal y como cuenta la víctima, “reventó” una botella de cristal “y me amenazó con ella”. Llegaron dos amigos del joven que estaba siendo intimidado y todo se quedó ahí.

"Te voy a matar"

No obstante, la víctima estaba al día siguiente en Jardines de Albia y se volvió a encontrar con el agresor. “Te estaba buscando, te voy a matar”, apunta la víctima que le dijo. Pese a intentar apaciguar la situación, el agresor no cesó en su ira: “en ese momento saca de la chaqueta un puñal que dirigió hacia mí. Con la mano izquierda esquivé un poco, pero me clavó la primera puñalada en el hombro izquierdo”. Una vez en el suelo tratando de retener al autor de los hechos, la víctima recibió hasta ocho puñaladas más. “Logré retenerlo hasta que llegó la policía”, señala.

Según informaron fuentes del departamento de Seguridad del Gobierno vasco, el arrestado, con numerosos antecedentes policiales, fue puesto a disposición judicial el pasado viernes por la mañana. La sorpresa de la víctima es que al día siguiente se lo encontró por la calle. “¿No se supone que tiene que estar detenido?”, se pregunta.