Hosteleros, comerciantes y vecinos de Igorre están en alerta ante la proliferación de robos los últimos días en el municipio. En tres noches han entrado a robar en cuatro bares del municipio y en un centro deportivo. "Nos han reventado la puerta, pero no han podido entrar", apunta María, responsable del bar Gau Lora.
La alarma del local de María saltó a las cuatro de la mañana del miércoles. Los cacos destrozaron a golpes la cerradura, pero la puerta del bar no la pudieron abrir: "Gracias a la puerta que tenemos no pudieron entrar, pero tampoco nosotros, porque la puerta se quedó atrancada por seguridad. Para entrar hemos tenido que quitar la verja de la ventana y romper el cristal. Una odisea", ha dicho la propietaria.
El centro deportivo ubicado al lado de este bar no ha tenido la misma suerte. Los ladrones pudieron acceder la madrugada del lunes en el establecimiento y entre otras cosas se llevaron el ordenador. "En otro de los bares han roto uno de los cristales. Se llevan cosas fáciles de robar y fáciles de vender", explican.
Imagen de una cámara de vigilancia
Concretamente en la cámara de vigilancia de unos de los bares de Igorre ha captado cómo a las tres de la mañana una persona encapuchada rompía el cristal para entrar en el interior del bar. "Es alta y delgada", describen. Pero esta oleada de robos no solo está afectando a Igorre. Hace quince días intentaron robar también en otro bar de Arratia, en este caso en la localidad de Arantzazu. "Había un trabajador en el interior del bar y le salió mal la jugada. Se tuvo que marchar corriendo". En Areatza también han robado en otro establecimiento. "Estamos preocupados. Porque esto no va a parar", dice María.
Según explica esta hostelera de Igorre la noche que intentaron robar en su bar, la Ertzaintza se presentó en siete minutos. "Fue rápido porque estaban en Lemoa, pero es necesario contar con una mayor vigilancia en la zona. Los ladrones andan a sus anchas y para cuando saltan las alarmas y llega la policía el ladrón ya se ha marchado tranquilamente". Por eso los hosteleros y comerciantes de la zona se muestran preocupados. "En uno de los bares han robado el ordenador que ha comprado hace poco para emitir el ticketBai. Te hacen una faena y lo peor, es que nunca terminan pillando a los ladrones", concluyen.