Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres que llevaban 20 años en Catalunya, adonde huyeron tras matar en 2003 en Francia a un joven que se enamoró e intentó liberar a una prostituta a la que vigilaban, un crimen por el que fueron condenados en 2011 y que estaba a punto de prescribir.

Así lo ha anunciado en una rueda de prensa el subinspector Manel Novoa, jefe de la Unidad Central de Homicidios que se encarga de crímenes antiguos no resueltos y que ha detallado que los dos detenidos son un hombre de 51 años y su sobrino, de 39, que en 2011 fueron condenados tras ser juzgados en ausencia en Francia a penas de 30 y 26 años de cárcel por este asesinato, que prescribía en 2025.

Los dos detenidos, de nacionalidad rumana, ejercían como proxenetas en Francia cuando el 20 de febrero de 2003 mataron de una paliza a un joven 29 años que se había enamorado de una prostituta a la que vigilaban y trató de liberarla a ella y a una amiga suya.

Tras una brutal paliza, los dos hombres metieron en un coche el cadáver, lo abandonaron en una zona boscosa cerca de Grondeville, en Nancy, y huyeron con el mismo vehículo hacia Catalunya, donde han permanecido los últimos 20 años con identidades falsas.

    Ese mismo año, en 2003, fueron identificados en el mismo vehículo en Catalunya, donde durante los primeros años se dedicaron a ejercer como proxenetas en esta comunidad: el tío fue detenido por conducir ebrio y el sobrino por una agresión sexual y secuestro de una prostituta, aunque la chica acabó huyendo hacia Rumanía y el caso ya ha prescrito sin condena.

Además, el sobrino denunció a su tío en 2008 por amenazas por unas deudas -manteniendo sus identidades falsas-, y ambos se enemistaron.

Sin embargo, a partir de ese año, cuando su nombre apareció en los medios franceses vinculado al crimen que cometieron, y especialmente desde 2011, cuando fueron condenados en Francia en ausencia y se dictó una orden internacional de detención contra ellos, ambos optaron por el anonimato, desaparecieron del mapa y ya no dejaron rastro.

De esta forma, el tío vivía con su mujer en Segur de Calafell (Tarragona), con numerosas medidas de vigilancia -como cámaras de seguridad- y ocultando su rostro con gorras, barba o mascarillas, aunque no pudo evitar tener problemas con algunos vecinos, que le denunciaron por su carácter violento.

El sobrino trató de rehacer su vida con su mujer en El Prat de Llobregat (Barcelona) y trabajando en hoteles de lujo. En el momento de ser detenido comentó a los agentes que estaba "arrepentido" por el asesinato que cometió cuando tenía 19 años y exclamó: "¡Por fin podré dormir tranquilo!".

Un crimen en Catalunya, el detonante de su detención

    Los Mossos se pusieron sobre la pista de los dos detenidos hace un año y medio, cuando la unidad que investiga los homicidios más antiguos no resueltos empezó a indagar sobre el asesinato de una prostituta en un prostíbulo en Catalunya, en una fecha que los Mossos no detallan pero que en todo caso es previa a 2011.

Revisando el caso, los investigadores detectaron que el tío ejercía labores de vigilancia en este prostíbulo y que cuando se cometió el homicidio estuvo cerca de la escena el crimen.

Tirando del hilo, y gracias a que el tío y su sobrino fueron identificados en el mismo coche con el que huyeron de Francia en 2003, los Mossos les empezaron a investigar como sospechosos por el crimen de la prostituta en Catalunya, pidiendo colaboración a las policías de Rumanía -donde uno de ellos tenía antecedentes por un homicidio imprudente por atropello en 1995-, Bélgica -por robo- y Francia.

Fue entonces cuando, casi dos décadas después de haberse establecido en Catalunya con identidades falsas -usaron documentación croata-, se les pudo identificar con sus nombres reales y confirmar que desde 2011 tenían una condena firme por el crimen de 2003 en Francia, que habría prescrito en 2025 si no se hubiese dado con ellos.

De hecho, el coche con el que huyeron en 2003 de Francia lo tenían en un aparcamiento, cubierto con una lona, con matrícula española y con trampas -como botellas de agua- para comprobar si alguien intentaba descubrirlo.

La unidad científica de los Mossos está ahora analizando el vehículo -especialmente el maletero- para corroborar que transportaron en él al joven al que asesinaron en Francia y por si hallan alguna pista sobre el crimen de Cataluña, que todavía está en investigación, pero del que por el momento se ha descartado la participación de ambos.

Ambos fueron detenidos en sus casas el 1 y 2 de agosto pasado y, tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión y su traslado a un centro penitenciario de Francia para cumplir sus condenas.