El presunto ‘asesino de las citas’ admite que trató de “aturdir” a su víctima para robarleOSKAR GONZÁLEZ
“Ni mucho menos quise hacerle daño, ni matarlo, como me están acusando ahora”. Con estas declaraciones se defendió Nelson David M. B., acusado por tratar de asfixiar a un vecino de Bilbao en diciembre de 2021, durante el juicio que comenzó ayer lunes en la Audiencia Provincial de Bizkaia. El acusado, que solo respondió a preguntas de su abogado, reconoció que realizó una maniobra con los brazos con el objetivo de “aturdir” a la víctima y robarle sus tarjetas bancarias. Sin embargo, el presunto asesino de las citas negó que su intención fuera matar a la víctima, que declaró a puerta cerrada a petición propia.
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Nelson David M. B., que se enfrenta a una petición de condena de hasta casi 18 años, expuso que el 17 de diciembre de 2021 acudió a casa de la víctima, a la que había conocido semanas antes a través de Wapo, una aplicación de citas para personas homosexuales. Mientras estaban en el sofá, y según su relato, lo abrazó “con el brazo izquierdo, dándole besitos en el cuello”. No obstante, en un momento en el que comenzó a apretar más fuerte, el denunciante consiguió zafarse y comenzó a gritar: “¡Socorro, me quiere matar!”. En su declaración, el acusado insistió en que trató de tranquilizarlo, pero al ver que no era posible quiso huir. “Lo que estaba haciendo no es lo que soy como tal”, afirmó Nelson David, quien indicó que el ataque se perpetró “en un impulso”. Aunque su intención era escapar, el acusado tuvo que volver a la vivienda porque había olvidado los zapatos y el móvil.
El procesado negó que, durante una segunda acometida, empleara los dos dedos pulgares agarrándole por la glotis, como se recoge en la instrucción. También desmintió que llevara a cabo la técnica mataleón de asfixia. “Querían incitarme a que utilizara ese termino”, declaró sobre las conversaciones que mantuvo, tras su detención, con los médicos forenses. Asimismo, el acusado, que durante su huida golpeó a la víctima con una figura decorativa con forma de gato, rechazó que no tuviera sentimiento de culpa. “El arrepentimiento está en mí”, apuntó el procesado. De hecho, para respaldar esta postura, sostuvo que un cuarto de hora después de salir del domicilio de la víctima, contactó con él a través de la aplicación, en la que se hacía llamar Carlos, para disculparse.
Durante su fuga, Nelson David B. M. se dejó una mochila y una chaqueta en la que guardaba su pasaporte. Este descuido, que posteriormente ayudó a su identificación, fue denunciado por el propio agresor en la comisaría de María Díaz de Haro, donde relató que había “perdido” su documentación. No obstante, tras el ataque, reconoció que llamó a su hermana, para decirle que había tenido “un problema con un chico” y que quería irse “lejos”. De esa forma, un día después del intento de homicidio por el que se le juzga, el 18 de diciembre de 2021, puso rumbo a Torre-Pacheco (Murcia), donde residía esta familiar, junto a su novia. El procesado no volvió a Euskadi hasta finales de febrero, cuando retomó su vida. Meses después, una amiga contactó con él para informarle de que una cuenta de Instagram había publicado su foto con el siguiente encabezamiento: “Se busca asesino en serie de gais”. “Se me cayó todo el mundo encima”, afirmó el acusado, quien expuso que, tras hablar con su pareja y su suegra, llegó a la conclusión de que “lo mejor” era entregarse. Así fue como el 5 de mayo de 2022 se presentó en la comisaría de Irun.
Banda de tarjeteros
El acusado, de origen colombiano y de 25 años, cuenta conantecedentes penales por estafa, concretamente por sacar dinero con tarjetas que no eran suyas. De hecho, en esta primera sesión de un juicio que finalizará mañana, Nelson David M. B. aseguró que era miembro de una banda de “tarjeteros” con la que operaba habitualmente. Se trata, supuestamente, de otros tres hombres -los nombró como Maracucho, J. J. y El Toni- a los que conoció en marzo de 2021 en la sala Santana 27, en un contexto festivo en el que había drogas de por medio. Según su versión, dos de ellos solían embaucar a las víctimas mientras que los otros dos extraían el dinero de las tarjetas y realizaban los Bizum para repartirse el botín. Fueron estos cómplices, supuestamente, los que le convencieron de que aturdiera al denunciante. De hecho, el acusado afirmó que el día de los hechos por los que se le juzga sus cómplices estaban en las inmediaciones del domicilio de la víctima, en el Casco Viejo de Bilbao. “La has cagado, tenemos que abrirnos”, le espetaron, presuntamente, tras tener conocimiento de lo sucedido. No obstante, en sus investigaciones, la Ertzaintza no ha podido encontrar a ninguno de estos supuestos colaboradores. En ese sentido, el procesado declaró que le consta que dos de ellos huyeron a Colombia y un tercero “al sur”.
Por otra parte, la estrategia del acusado durante su declaración, que se alargó media hora, se basó en tratar de difamar a la víctima. “Le gustaba el sexo fuerte, muy sadomasoquista”, expuso antes de explicar que el primero de sus encuentros tuvo lugar dos días antes del intento de asfixia por el que se le juzga. “Me pedía que le diera más fuerte, siempre quería más”, apuntó. Asimismo, señaló que la víctima era consumidora habitual de cocaína y que antes de su último encuentro le ofreció “un café colombiano con azúcar blanco”. El acusado, que se declaró bisexual, aunque “no abiertamente”, manifestó que “en el colectivo se mezclan mucho las fiestas con drogas”, aludiendo a una práctica conocida como chemsex.
El caso, que ha generado gran expectación, conmocionó especialmente al colectivo LGTBIQ+ cuando se hizo público. De hecho, la asociación Gehitu se ha personado como acusación popular. Ayer lunes, además, EHGAM se concentró frente a la Audiencia Provincial de Bizkaia para denunciar “el silencio institucional y el morbo” con los que se han tratado los hechos por los que se juzga al acusado.
‘Modus operandi’
Otras seis causas pendientes
Un patrón concreto. Fue la denuncia de esta víctima que consiguió zafarse la que puso sobre la pista a la Ertzaintza sobre un posible asesino en serie en Bilbao, ya que las pesquisas destaparon un patrón -todas las víctimas eran homosexuales-, sembrando la duda sobre otras cinco muertes ocurridas durante el segundo semestre de 2021, que en un inicio se habían considerado naturales.La existencia de un modus operandi es relevante ya que los procesos judiciales pendientes del acusado suman otras seis causas: una de ellas archivada por falta de pruebas, otra que se investiga como homicidio y otras que han sido sobreseídas. El objetivo de la acusación es que el acusado sea juzgado también por todas estas causas.
El juicio
Peticiones. La Fiscalía pide para Nelson David M. B. nueve años de prisión, además de una compensación de 10.000 euros, mientras que la acusación popular, en nombre de la asociación de gais, lesbianas, trans, bisexuales e intersexuales de Euskadi, Gehitu, eleva la petición hasta más de 17 años y 11 meses, y pide que se aplique la agravante de comisión por un delito por discriminación por sexo, orientación o identidad sexual.
Sesiones. El juicio continuará hoy con la declaración de la pareja del acusado y de los peritos.