Los impulsores de la colocación de un falso radar en el inicio de Atotxa Erreka Bidea, que trata de que los conductores reduzcan su velocidad, se muestran satisfechos porque su iniciativa ha puesto sobre la mesa la necesidad de tomar medidas para evitar riesgos en la zona por el exceso de velocidad.

“Ha colmado nuestras expectativas”, señala el portavoz de quienes apoyan la instalación, que rechaza que provoque peligro alguno, como sostienen otros vecinos. “Esta caja no contraviene nada ni modifica la señalización porque, de hecho, refuerza la que está colocada más abajo y que no se respeta”, explica a Noticias de Gipuzkoa el representante de quienes están “hartos” de que los coches pasen a altas velocidades, muy por encima de los 30 kilómetros por hora que rigen en la cuesta de Atotxa Erreka. 

El vial parte de la rotonda de Añorga Txiki y accede a la nueva zona residencial, que conecta con el polígono de Zuatzu, por lo que no son pocos los coches que toman este camino para acercarse a la zona empresarial, lo que intensifica la circulación y los riesgos cuando la velocidad es demasiado elevada,

Los impulsores del aparato de pega destacan que, si son multados por instalarlo, pagarán la sanción ya que, además, hay vecinos que se han mostrado dispuestos a colaborar en el pago. Además, recalcan que su intención no es entrar en una batalla con el Ayuntamiento sobre si hay que quitar o no el radar falso, aunque ellos creen que no es ilegal. “Queremos hablar y encontrar una solución para reducir la velocidad porque no hemos tenido más que silencio administrativo desde 2014”, se queja el portavoz.

DUDAS

Preguntado por la situación, el alcalde, Eneko Goia, expresó este martes sus “dudas” sobre si se puede obligar a retirar el falso radar, como ha reclamado un vecino que lo ha denunciado, porque la caja de color fosforescente está en un terreno particular.

Asimismo lamentó el “comportamiento incívico” de quienes circulan a altas velocidades por este camino en cuesta y recordó que al Ayuntamiento han llegado más peticiones vecinales en otras zonas de la ciudad para instalar radares de control la velocidad. “Tenemos conocimiento del problema”, dijo Goia, que añadió que los radares y otras medidas para reducir la velocidad “no se pueden conseguir de un día para otro”. “Hay otras demandas y ésta está contemplada conjuntamente con otras”, aseguró.

El pasado lunes, el departamento de Movilidad señaló a este periódico que, en la actualidad, se estaban preparando pliegos de condiciones para convocar un concurso para instalar medidas para controlar la velocidad.