Loiu - La acusación y la defensa del caso Munabe negocian para tratar de evitar el juicio que está previsto que se celebre el próximo lunes en Bilbao. Durante los últimos días se han intensificado los contactos -a petición del colegio de Loiu- y el centro entiende que ya se ha cerrado un acuerdo para que el profesor acusado de no intervenir ante capítulos de acoso escolar no se siente en el banquillo. Mientras que por parte de la familia de la víctima de bullying no se da por finalizado este proceso.

El educador de Munabe fue denunciado por supuestos delitos contra la integridad moral (artículo 173.1 del Código Penal), por lesiones psíquicas (artículo 147.1) y por omisión del deber de impedir o denunciar la situación (artículo 450.1 y 2), penas que conllevan desde seis meses a tres años de prisión.

El caso discurrió por el Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao, que acordó continuar con las diligencias, y por la Audiencia Provincial de Bizkaia, que emitió un auto de desestimación del recurso interpuesto por el profesor ante la decisión de iniciar el juicio. Este último documento, al que tuvo acceso DEIA, recoge, entre otras cuestiones, que tanto el estudiante como su familia habían alertado de los sucesos al docente y al centro escolar.

“El menor, en su exploración judicial declaró que, por indicación de su padre, le comentó lo sucedido al tutor, en varias ocasiones, y que este le decía que aguantase hasta que los agresores se cansaran (...) El imputado reconoció que los padres del menor le pidieron una entrevista una o dos semanas antes (de mantenerla), lo que no parece una actuación muy apresurada en defensa de un alumno menor del que era tutor”, indica el auto.

Sin embargo, Antonio López, director general del grupo educativo Coas, al que pertenece Munabe, explicó el pasado noviembre a este diario que se investigó el acoso escolar “en cuanto se tuvo conocimiento” y que “el profesor tomó medidas tajante”. Aunque el auto que desestima el recurso de apelación del educador insiste en que “tanto los padres, como, y sobre todo, el menor le relataron al profesor la situación, sin que conste que hiciera nada para evitarla, con incumplimiento de su función de garante, derivada de su condición de profesor y tutor del menor”.

Acoso escolar, demostrado Inspección de Educación del Gobierno vasco y la Fiscalía de Menores llevaron a cabo sendas investigaciones, que corroboraron el maltrato al alumno por parte de compañeros en el curso 2009-10. La víctima continúa hoy en tratamiento psiquiátrico y su informe clínico habla de un “síndrome postraumático” y una “reacción depresiva aguda”. El joven “muestra una afectación intensa que se manifiesta en su fragilidad emocional que alterna tristeza e irritación por lo que le ha ocurrido, y en algunos momentos se pregunta: ¿Por qué me han hecho esto a mí?”, refleja el informe, elaborado por un especialista que confirma que el estudiante dice la verdad sobre lo que le ocurrió en el colegio: “De su actitud puedo concluir la veracidad de su narración y descartar cualquier fabulación”.

Por otro lado, según aparece en el escrito preparado por la acusación para el Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao, “el menor relata que está siendo acosado por un compañero de clase junto con otros compañeros, de los que él era el cabecilla. Manifiesta que le insultan día sí y día no, que se metían con su madre, que le tiraban el material escolar y que era golpeado de manera habitual por dichos compañeros, por lo que no quería asistir al colegio, dada la situación de angustia y miedo que dichos hechos le generaban”. - M. Hernández