Bilbao. "He intentado apagarlo, pero estoy muy deteriorada y el fuego se me ha ido de las manos", lamentaba la mujer de 64 años y propietaria del piso que ardió ayer en Otxarkoaga, al parecer, por un fallo en un aparato eléctrico. Los vecinos del edificio de 15 plantas ubicado en el número 7 de la calle Larrakoetxe de Bilbao tuvieron que abandonar sus viviendas apresuradamente cuando, en torno a las 10.00 horas, saltó la alarma. Sin embargo, a pesar de lo aparatoso del fuego por la altura del inmueble, no hubo que lamentar heridos ni pérdidas más allá de las materiales.

"Nos hemos ido avisando unos vecinos a otros y hemos salido del edificio antes de que llegara la policía", explicaba Pili, residente en el segundo piso. Según esta vecina, todos los inquilinos de los pisos inferiores al 9º B -donde se produjo el incendio- bajaron por su propio pie. "Cuando llegó la Policía Municipal, se hizo cargo de la situación y ayudaron a desalojar a varios vecinos mayores que se encuentran encamados, pero a los de los pisos superiores les han recomendado que se quedaran en casa", confirmó la vecina del segundo piso.

Según fuentes municipales, el fuego se originó en una habitación del noveno piso, al parecer, como consecuencia de un fallo en un aparato eléctrico. Las llamas se extendieron por la estancia, que quedó totalmente calcinada, si bien el resto de la vivienda no fue alcanzada por el fuego aunque el humo causó graves daños.

También las viviendas superiores se vieron invadidas por el humo. "Yo vivo en el 12º y he tenido la casa llena de humo. Estaba fuera en el momento del incendio pero he tenido miedo por mi gata, pensaba que se había ahogado. La pobre estaba escondida debajo de la cama de mi dormitorio", narraba Maite. "Muchos vecinos han bajado huyendo del humo con sus mascotas en brazos, la gente se ha asustado mucho", recordaba otra vecina.

Realojo vecinal A pesar de lo aparatoso del incendio y del susto que se llevaron los vecinos, en menos de una hora los bomberos de Bilbao tenían controlado el fuego y los inquilinos pudieron regresar a sus domicilios y continuar con su día a día. Varios técnicos y asistentes sociales del Ayuntamiento de Bilbao se personaron en el lugar para cubrir las posibles necesidades de los vecinos de este rascacielos de Otxarkoaga. Tan solo una familia, residente en el octavo piso, debajo de la vivienda en la que se produjo el fuego, tuvo que ser realojada por el Ayuntamiento de Bilbao. Tampoco la vecina de 64 años del piso afectado no pudo regresar a su vivienda y tuvo que ser realojada, en este caso por su hijo.