“La cirugía reparadora mediante liposucción es la mejor opción de tratamiento para el lipedema que existe hoy en día”

El lipedema es una enfermedad crónica que afecta fundamentalmente a las mujeres, ya que tiene un componente hormonal muy amplio. Se manifiesta sobre todo en las piernas y si bien es una patología que cada vez se escucha más, ha estado presente toda la vida.

Se trata de un conjunto de tres afecciones: la lipodistrofia o acúmulo de grasa exagerado; la dificultad en el retorno linfático de las extremidades inferiores, aunque también puede haberlo en los brazos; y la dificultad en el retorno vascular, según explica el doctor Ruiz de Erenchun, jefe del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

Las pacientes con esta patología muestran un volumen exagerado en las piernas y padecen molestias, dolor y dificultad al caminar. “Una sintomatología molesta y bastante incapacitante en el día a día”, asegura el doctor, que es además vocal de Seguridad de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).

En ocasiones, el lipedema pasa desapercibido o se confunde con otras patologías como la obesidad. En este sentido, conviene tener en cuenta que aparte del efecto estético que conlleva, visible a simple vista, puede provocar en las pacientes "dolor, incomodidad e impotencia funcional”, subraya Ruiz de Erenchun, por lo que conviene tratarlo adecuadamente.

También conviene aclarar la confusión habitual entre lipedema y linfedema. Esta última patología está relacionada con la dificultad únicamente del retorno linfático. “Cuando los vasos linfáticos tienen dificultad a la hora de retornar esa linfa o sobrante de la sangre que llega al corazón, desde donde se vuelve a distribuir de nuevo al sistema vascular, las extremidades se hinchan”, detalla Ruiz de Erenchun, al tiempo que recuerda que el linfedema “es muy característico en pacientes que sufren mastectomías, a las que tenemos que realizar linfadenectomías, es decir, quitar los ganglios linfáticos de la axila o de la ingle, por ejemplo”.

Dado el componente hormonal del lipedema, la menopausia es una etapa desencadenante del mismo, debido al desequilibrio hormonal que se produce con el cese de la menstruación y la consiguiente reducción de la secreción de estrógenos y progesterona, ambas hormonas con efectos en casi todas las células.

Dolor y déficit funcional

Profundizando en los síntomas y dolencias que produce el lipedema en las personas que lo padecen destacan el dolor a la palpación y en reposo, tanto de pie como tumbadas. “Como las piernas están hinchadas, comienza a haber también un déficit funcional. A las pacientes les cuesta cada vez más moverse porque hay una compresión muscular. Las articulaciones se van entumeciendo cada vez más, de forma progresiva”, apunta el especialista.

Para tratar el lipedema se ha de partir de un diagnóstico certero. A partir de ahí, antes de cualquier tratamiento, a nivel preventivo se aconseja a las pacientes seguir unas medidas generales posturales o higiénicas, como utilizar medias de compresión que ayudan a mejorar el retorno linfático y vascular, poner las piernas en alto cuando están en casa, intentar llevar una vida sana desde el punto nutricional y practicar ejercicio. "Asimismo, es importante destacar que todo lo que suponga pérdida de peso les va a ayudar”, enfatiza el doctor.

Tras observar el tipo de dificultad venosa y linfática que tiene la paciente, se podrá saber si es candidata a algún tipo de tratamiento quirúrgico.

Tratamiento efectivo, más allá del aspecto estético

El jefe del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Quirónsalud Bizkaia recuerda que el tratamiento prioriza la salud y busca una mejora en la calidad de vida. "No se trata de una cirugía con fines estéticos, obviamente, sino puramente curativos y reparadores”, advierte el doctor Ruiz de Erenchun para constatar la finalidad de esta solución, “más allá de que con ello mejore también el aspecto estético de la pierna”, argumenta.

"Nosotros, desde el punto de vista quirúrgico, ofrecemos como tratamiento del lipedema la lipoaspiración o liposucción. Esta técnica quirúrgica lo trata básicamente absorbiendo la lipodistrofia. Es decir, aspirando ese exceso de grasa para que las piernas no estén tan entumecidas ni tanvoluminosas, consiguiendo que el retorno linfático y vascular mejoren, con lo cual la sintomatología mejora también”, explica el vocal de la Secpre.

Así, la cirugía reparadora de lipedema mediante liposucción constituye la mejor opción de tratamiento para esta patología que existe hoy en día, siempre dependiendo de las pacientes, del grado del lipedema y del grado de compromiso que puedan tener respecto a las medidas posturales, la dieta, el ejercicio, la edad… Y con la ventaja de que hay posibilidad de volver a realizarla pasado un tiempo si fuera necesario.

En cuanto a la intervención, este especialista considera que es sencilla, pese a que ninguna está exenta de posibles riesgos. “Los pacientes deben seguir simplemente unos criterios anestésicos de seguridad”, remarca. Normalmente se realiza con anestesia epidural, ya que en el 95% de los casos se trata de extremidades inferiores. "La intervención se lleva a cabo en una hora y media o dos horas como máximo y una vez acabada, les colocamos las medias de presoterapia y esa misma noche o al día siguiente reciben el alta y se pueden ir a casa, subraya el cirujano Ruiz de Erenchun.

"Después solo se requiere seguir unas pautas de sentido común, como no hacer esfuerzo ni ejercicio durante los siguientes días y les recomendamos los masajes posoperatorios para que toda la inflamación que se acumula en las piernas durante los primeros días se elimine rápidamente”.

Beneficios notables

Tras la cirugía, además del principal beneficio funcional, que es el objetivo del tratamiento, habrá también un beneficio estético porque el aspecto de la pierna mejora. "No obstante, a las pacientes lo que les preocupa es quitarse el dolor, las molestias y poder andar y hacer ejercicio, es decir, poder hacer una vida normal sin limitaciones y sin dolor”, aprecia Ruiz de Erenchun, quien mantiene como objetivos médicos perseguidos con esta intervención “el alivio del dolor y que las pacientes puedan deambular, hacer deporte y una vida relativamente normal”.

Concluido el procedimiento es importante hacer un seguimiento a la paciente durante un tiempo. “Siempre vemos a las pacientes hasta un año después del procedimiento para ver cómo han evolucionado, que no haya habido complicaciones y que están cumpliendo con las pautas posoperatorias, que básicamente se reducen al uso de las medias de presoterapia y a ir bajando un poco de peso. Tenemos que ser rigurosos con esto, por eso pesamos a las pacientes, porque necesitamos que se mantengan estables o que vayan eliminando volumen de forma natural”, incide el doctor.

Con todo, su mensaje para las personas que sospechan que pueden tener lipedema y todavía no han recibido un diagnóstico o tratamiento adecuado es acudir al médico cuanto antes para consultarlo, para valorar riesgos, beneficios, etc., y sobre todo, “es fundamental que no se dejen engañar, que acudan a buenos centros y especialistas en cirugía plástica y reparadora”, recalca. Para dar el paso y tomar la decisión deben acreditar con seguridad que se ponen en manos de profesionales altamente cualificados y en unidades especializadas en esta patología. “Hacerlo en las mejores condicionesevitará complicaciones, y en el caso de que estas surjan, las sabrán resolver de forma adecuada en el propio centro donde haya tenido lugar la intervención”, concluye Ruiz de Erenchun.