Según el Barómetro Los Españoles y el Sexo, el 67% de las mujeres tiene dificultades para llegar al orgasmo y más de la mitad (56%) afirma haberlo fingido alguna vez. Estos datos ponen en evidencia que efectivamente son muchas las mujeres que no llegan al éxtasis en sus relaciones sexuales y esto puede llegar a convertirse en un problema teniendo en cuenta que para el 66% de las españolas llegar al orgasmo en una relación sexual es fundamental para considerar que esta ha sido placentera.
La sexóloga y terapeuta de pareja Ana Blázquez y Control España unen fuerzas para recordar la importancia de visibilizar una situación que aún viven muchas mujeres: la anorgasmia, la dificultad o incapacidad para alcanzar el orgasmo.
“La anorgasmia es una disfunción sexual que se caracteriza por la dificultad o incapacidad recurrente de alcanzar el orgasmo a pesar de una adecuada estimulación y un deseo sexual presente”, explica Ana Blázquez. “Las causas pueden ser variadas, aunque, a pesar de lo que se sigue creyendo, la dificultad no está tanto en las causas físicas, sino en causas más psico-sociales”.
¿Por qué sucede más a mujeres?
“La brecha orgásmica de género hunde sus raíces en esta disfunción, principalmente por motivos emocionales, el desconocimiento de nuestro cuerpo y nuestro mapa erótico, así como mandatos culturales”, explica Blázquez. “Las mujeres heterosexuales lo tenemos más complicado que los hombres para llegar al orgasmo, ya que los patrones que se siguen manteniendo a la hora de mantener relaciones sexuales se basan principalmente en el coitocentrismo”.
Además, la sexóloga añade otro condicionante en esta disfunción, la falta de conocimiento de la respuesta sexual y mitos asentados en la sociedad sobre la sexualidad como “el fin último del sexo es el orgasmo” o “si no llegas al orgasmo, no lo has disfrutado”. “Estos son mitos y pensamientos no son reales, ni sanos. El fin de la sexualidad (más allá de la reproducción) es el disfrute, el placer. El orgasmo o clímax es la resolución de la tensión sexual que se ha ido generando gracias al buen desarrollo del resto de fases: excitación y meseta. Dicha tensión sexual, culmina en lo que llamamos clímax u orgasmo”.
¿Cómo abordarla?
La anorgasmia puede tener un impacto profundo en la calidad de vida y en las relaciones personales. “Muchas mujeres sienten frustración e incluso vergüenza por no poder experimentar orgasmos, fingiendo lo que están sintiendo, evitando incluso, mantener relaciones sexuales, y dándose un descenso notablemente su deseo sexual.
Sin embargo, existen numerosos recursos que pueden ayudar a superar estas dificultades”.
Control España y Ana Blázquez comparten una serie de consejos que pueden ayudar a mejorar la sexualidad de las españolas en el marco del Día Internacional del Orgasmo Femenino:
1. Educación sexual. Conocer el propio cuerpo y nuestro mapa erótico es fundamental. “Saber lo que nos gusta: el qué tocarnos, cómo, dónde y cuándo, es clave”. Según el XII Barómetro de Control, la práctica sexual más placentera para las mujeres es la estimulación clitoriana (33%), por encima de la penetración vaginal (23%), dato que evidencia la necesidad de prestar mayor atención al clítoris.
2. Comunicación abierta con la pareja. La comunicación es clave en cualquier relación sexual. Yo puedo saber lo que quiero y me apetece, pero la otra persona no. Hablar abiertamente con la pareja o la persona con la que estamos compartiendo este momento es clave porque la información es poder y libertad.
3. Relajación. Centrarnos en el aquí y ahora: según el mismo barómetro, el 84% de las españolas afirma que alguna vez su estado de bienestar emocional ha repercutido directamente en su bienestar sexual. El estrés y la ansiedad pueden ser grandes obstáculos para el orgasmo y las relaciones sexuales en general.
4. Uso de juguetes sexuales. Vibradores, estimuladores y otros dispositivos pueden ayudar a identificar qué tipo de estimulación es más efectiva para alcanzar el orgasmo. Según el XII Barómetro de Control, un 85% de mujeres ha probado productos sexuales. Entre los favoritos: lubricantes (62%), estimuladores de clítoris (35%) y geles de masaje (34%).
5. Consulta con un profesional. Sabemos que decirlo es fácil, pero ponerlo en práctica no tanto, por eso, si la anorgasmia persiste, es recomendable buscar la ayuda de un/a sexólogo/a. Un profesional puede ayudar a identificar las causas subyacentes, ya sean físicas, emocionales o sociales, y ofrecer un plan de tratamiento personalizado.