El cuerpo humano es una especie de máquina y para que todo funcione correctamente debe existir una perfecta coordinación entre el cerebro y el resto del organismo. De esta forma, mientras somos capaces de controlar las funciones motoras, hay otras reacciones o movimientos involuntarios del cuerpo que escapan de nuestro control.

Así, de esta forma, hay una serie de cosas que tu cuerpo hace sin tu permiso y sin que muchas veces sepas ni por qué ocurren. Algunas de ellas son:

1- Bostezar. El bostezo es abrir involuntariamente la boca y hacer una inhalación profunda y prolongada de aire frío que refrigera la sangre y el cerebro, el cual necesita estar fresco para funcionar. Además, su efecto contagio es imparable, de forma que si ves bostezar a alguien o tal vez solo con leer este texto, puede que no seas capaz de evitarlo. En este caso la culpa no es mía sino de tus neuronas espejo.

Una mujer bosteza mientras mira el móvil.

2- Estornudar. El estornudo es una respuesta involuntaria producida por una irritación de las membranas mucosas de la nariz o de la garganta. Es una ráfaga de aire que expulsan los pulmones de manera repentina y a una gran velocidad por la nariz y la boca a causa de una inflamación del nervio trigémino en la nariz.

3- Hipo. El hipo son una serie de espasmos involuntarios que afectan al diafragma, el músculo que está entre los pulmones y el estómago y que se utiliza para respirar. Se produce cuando el diafragma se irrita y súbitamente se contrae entre dos respiraciones normales. Esto provoca además el cierre repentino de las cuerdas vocales que nos hace emitir el típico sonido del hipo.

4- Tics nerviosos. Los tics nerviosos son espasmos o movimientos repentinos, bruscos, cortos y repetitivos que no se pueden controlar voluntariamente. Surgen principalmente en la infancia ante situaciones de estrés, ansiedad, problemas de autoestima o timidez. Uno de los más habituales es el tic en el párpado.

5- Piel de gallina. La exposición al frío o vivir una emoción fuerte pueden hacer que nuestro cuerpo reaccione con piel de gallina. La explicación es que el vello se eriza para retener el calor corporal (la temperatura normal del cuerpo humano se sitúa entre 36,5 y 37 grados centígrados). Entre los bultitos y la superficie de la piel se crea un espacio de aire caliente de apenas un milímetro, suficiente para evitar perder mucha temperatura.

6- Espasmos durante el sueño. Se conocen como espasmos mioclónicos y son la respuesta involuntaria del cuerpo a factores como la ansiedad, el estrés o la falta de sueño.

7- Picor. La picazón se presenta como una defensa de nuestro cuerpo frente a ataques externos. A través del picor, el cerebro nos advierte de la presencia de cuerpos extraños y las ganas de rascarnos hacen que nos deshagamos de ellos. A veces son tanto o más contagiosos que el bostezo.

Un hombre se rasca el brazo.

8- Cosquillas. Se producen de forma involuntaria cuando alguien toca o presiona ciertos puntos sensibles del organismo de otra persona. Es necesario el factor sorpresa por lo que no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos. Provocan risa pero, más que por placer, como un mecanismo de defensa.

9- Sonrojo. Es una acción involuntaria y se produce cuando al aumentar la adrenalina los vasos sanguíneos se dilatan para favorecer la llegada de oxígeno a las arterias periféricas más cercanas a la piel. Por lo general, las venas no responden a la adrenalina, sin embargo, sí lo hacen las de la cara y es la causa de que nos pongamos colorados.

Ya lo ves, aunque no lo creas hay muchas cosas de tu cuerpo que no controlas. El cerebro es su auténtico guardián y quien hace y deshace, muchas veces sin contar para nada con tu voluntad.