Un virus se ha colado en el Mundial de Catar y amenaza a la selección francesa, que disputará este domingo la final frente a la Argentina de Leo Messi. Un coronavirus es el causante causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), conocido también como ‘virus del camello’. Hay al menos tres jugadores ‘bleus’ afectados por la enfermedad.

Los primeros en caer han sido Dayot Upamecano y Adrien Rabiot, que no pudieron jugar la semifinal ante Marruecos. Rabiot incluso tuvo que ser aislado en el hotel. Didier Deschamps, seleccionador galo, desveló ayer que Kingsley Coman también estaba afectado, por lo que tampoco jugó la semifinal.

El ‘virus del camello’ fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Aunque la mayoría de casos se han detectado en países de Oriente Medio, África y Asia Meridional, se han registrado infecciones en países europeos como Alemania, Austria, Reino Unido, Grecia, Italia, Francia o Países Bajos. En cualquier caso los mayores brotes se han producido en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y la República de Corea.

Se denomina ‘virus del camello’ porque se contagia a través del contacto directo o indirecto con dromedarios infectados, aunque todavía no se conoce bien la vía de transmisión exacta. La transmisión de persona a persona también es posible y se produce predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de salud. Fuera de estos entornos “no se ha documentado una transmisión sostenida de persona a persona en ningún lugar del mundo”, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta de que aproximadamente el 35% de los casos de pacientes con MERS mueren.

Fiebre, tos y dificultad respiratoria

Sus síntomas van desde dificultad leve para respirar hasta enfermedades respiratorias agudas graves y la muerte. Un cuadro típico del MERS consiste en fiebre, tos y dificultad respiratoria. “La neumonía es una manifestación habitual, pero los pacientes con MERS no siempre desarrollan esta afección. También se han notificado síntomas gastrointestinales, como la diarrea. Un cuadro grave de la enfermedad puede entrañar una insuficiencia respiratoria que requiere ventilación mecánica o soporte vital en una unidad de cuidados intensivos”, señala la OMS.

Respecto a su tratamiento, en la actualidad no hay ninguno específico ni vacunas, aunque hay varias en estudio clínico. “El tratamiento de los pacientes contra esta enfermedad es de apoyo y se basa en el estado clínico del paciente”, indica la agencia sanitaria.

Para evitar contagios, como precaución general, toda persona que visite granjas, mercados, establos u otros lugares donde haya dromedarios y otros animales debe adoptar medidas de higiene generales, como lavarse las manos con frecuencia, antes y después de tocar a los animales, y evitar el contacto con animales enfermos.