El parque natural de La Albufera de Valencia es hoy más que cañas y barro
Humedal de importancia internacional, cuenta con más de 21.000 hectáreas centradas en el cultivo del arroz y con gran presencia de vegetación y aves acuáticas
Humedal de importancia internacional, el Parc Natural de l’Albufera, de más de 21.000 hectáreas de superficie, constituye uno de los humedales costeros más representativos y valiosos de la Comunidad Valenciana y la costa mediterránea. Laguna poblada de barracas y con terreno ganado al mar para el cultivo del arroz, recorrerla es un placer en el que se disfruta de su vegetación lunar y sus más de 350 aves, con el ánade azulón como su principal nidificante.
Humedal declarado Parque Natural en 1986 y cuyo origen data de miles de años, surgió de los sedimentos de los ríos Túria y Xùquer en un golfo marino que quedó aislado del Mediterráneo. La Albufera es hoy mucho más que las cañas y barro a las que aludía el escritor Vicente Blasco Ibáñez. Todavía quedan algunas barracas de antaño en torno al cultivo del arroz, mayoritario desde el siglo XV, cuando se dulcificó el sistema palustre y se fue ganando terreno al marjal inicial para aumentar las explotaciones.
Situado a tan solo 10 kilómetros de Valencia, su proximidad y facilidad de acceso lo convierten en una perfecta excusa para abandonar la ciudad y practicar la observación de la naturaleza. Durante todo el año, la gran biodiversidad de este espacio natural protegido –que engloba municipios como Alfafar, Sedaví, Cullera o Catarroja, entre un total de 13– permite observar una importante variedad de fauna y flora.
AVES Y PLANTAS
Recorrer hoy La Albufera –con aquel “Percha, Tonet” de la serie Cañas y barro en el recuerdo– es una delicia para los sentidos. Su vegetación autóctona queda restringida por los arrozales a las acequias, manantiales de agua dulce y a la franja costera arenosa aunque existe una vegetación lunar sobre substratos arenosos y otra acuática y rocosa.
En lo que respecta a aves acuáticas, más de 350 especies orníticas utilizan este ecosistema y de ellas, entre 240 y 250 son visitantes habituales cada año y unas 90 se reproducen en el humedal. Entre los patos, el ánade azulón es el principal nidificante. Las ardeidas o garzas pueden superar en conjunto las 6.000 parejas.
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