Arrazola, la Vía Verde situada al pie del Anboto
El camino, de cinco kilómetros y que sustituye al antiguo ferrocarril minero, atraviesa el bello valle de Atxondo
La Vía Verde de Arrazola, a los pies de Anboto y cerrada durante un tiempo debido a los trabajos del Tren de Alta Velocidad, vuelve a abrirse al público para disfrutar de sus cinco kilómetros en plena naturaleza. Quien se adentre en ella podrá atravesar el valle vizcaino de Atxondo, entre antiguos molinos y baserris.
Al pie de la mitológica cumbre del Anboto, el antiguo ferrocarril minero de Arrazola, con la locomotora de vapor Aurrera a la cabeza, bajaba por la plácida vega del río Arrazola hasta el núcleo de Apatamonasterio. Hoy, la Vía Verde que sustituye al trazado ferroviario permite atravesar de norte a sur el valle vizcaino de Atxondo y presentarnos a los pies del Anboto, máxima cumbre del montañoso Parque Natural de Urkiola y morada de Mari, diosa ancestral de los vascos.
Situada entre el núcleo de Atxondo y la antigua estación de Errotabarri–El Tope, es una vía que solo se puede transitar a pie. Con un firme habilitado con gravilla compactada, la Diputación de Bizkaia ha ido incorporando también áreas de descanso y recreativas, baños públicos, miradores, fuentes, papeleras, señalización y paneles interpretativos.
Situada a una media hora de Bilbao y bien conectada con autobues Pesa y Bizkaibus, la travesía se inicia en Atxondo, en Ziarreta y camino de la represa. Se pueden realizar dos recorridos: a la izquierda, el balizado y conocido como gran recorrido (GR), y de frente, el del rastro del ferrocarril se dibuja recto y llano.
Tras un inicio bajo la sombra de plátanos, alisos y fresnos, el camino se aproxima a la ladera montañosa, en el lado izquierdo, y existe un pinar muy denso que culmina en las cumbres de Memaia. Ya en la vega aparecen impresionantes vistas a cerros de pino que, a su derecha, nos muestran el cordal montañoso con el Anboto (1.331 metros) como vigía.
Final agreste
La vía prosigue por el barrio señorial de Marzana y entre verdes prados de siega. El valle se estrecha pasado el kilómetro dos hasta llegar a Santiago y a su ermita antes de poder admirar un mirador de excepción al caserío de Urrutia (siglo XVI), uno de los más antiguos de Bizkaia. La ermita de San Roke, el caserío Makatzeta y la oquedad kárstica conocida como Ojo de Bentaneta son etapas que conducen a un final más agreste.
Temas
Más en Rutas
-
La villa asturiana que no debes dejar de visitar para conocer los palacios indianos más bonitos
-
Aiaraldea, una tierra a visitar con el buen tiempo debido a su gran riqueza natural
-
UTT Erronka (IV): de Lizartza a Alegia por la cima del Otsabio
-
Este es el pueblo de Teruel que encabeza cualquier lista de pueblos y que merece una visita