TRADICIÓN arraigada en Euskadi desde hace varias décadas, este fin de semana miles de personas, no solo montañeros habituales, aprovecharán el cambio de año para despedir 2022 o recibir 2023 en lo alto de alguna de las cumbres vascas. De las más cercanas para los vizcainos como el Pagasarri, el Serantes o el Gorbeia, ascendiendo hasta su célebre cruz, a otras más lejanas como Zaldiaran, Adarra, Urkiolagirre o Loa-tzo.

Cada año se suman más personas a la tradición de despedir el año o saludar al entrante desde una de las cimas vascas de referencia. Bien sea de forma individual o siguiendo las convocatorias realizadas por las asociaciones de montañismo, miles de personas suben el día 31 de diciembre y el 1 de enero a diferentes cumbres y mantienen una tradición que se remonta, según recoge el montañero y etnólogo Iñaki Gª Uribe, a hace más de 90 años. Las primeras referencias citan a 1930, con los donostiarras ascendiendo el Adarra y después los gasteiztarras, en 1953, al monte Zaldiaran.

El objetivo no es otro que dar un nuevo aliciente a este día ya de por sí especial, disfrutando de las inigualables vistas de nuestros valles, siempre que la climatología lo permita, y brindar mientras se comparte un buen hamaiketako con una botella de vino o champán. En el caso de los vizcainos, los de Ezkerraldea apuntan hacia el Serantes santurtziarra, los bilbainos ascienden a Pagasarri y, si las piernas aguantan, después se dirigen al Ganekogorta, que está a un paseo ascendente de media hora.

Los más animados o los residentes cercanos –los de Zeanuri y alrededores, en el caso de Bizkaia, y los de Gorbeialdea– se apuntan al Gorbeia, hasta su cumbre, desde Pagomakurre, Saldropo, los canteras de Murua… Son casi 1.500 metros de subida hasta su célebre cruz, pero allí, desde la cumbre de Bizkaia y Araba, se disfrutan mejor el hamaiketako, el vino, el cava y los villancicos con el añadido, en algunos casos de más de un petardo o cohete.

FUERA DE BIZKAIA

Los donostiarras y vecinos de alrededores suben a Adarra, un pico situado a apenas 10 kilómetros del sur de la capital guipuzcoana, a 811 metros de altitud. Su principal vía de acceso es dede Besadegi, accesible por carretera desde Andoain, y el visitante podrá encontrarse monumentos megalíticos como cromlechs, dólmenes, túmulos... Entre otras propuestas en Gipuzkua, destacan Hernio o Aitzkorri,

En el caso de los alaveses, principalmente gasteiztarras, ascenderán a Zaldiaran, cumbre que, como Gorbeia, porta otra altiva cruz. En el caso de los navarros, desde Iruñea suelen coronar el pico y el fuerte de San Cristóbal, mientras que desde la comarca de Sakana se opta por hacer cumbre en Beriain o San Donato.