El líder laborista, Keir Starmer, dijo ayer martes en Liverpool que un Gobierno liderado por él crearía durante el primer año de su mandato una gran compañía energética británica nacionalizada.

Starmer pronunció un discurso en el marco del congreso anual de esta formación, en el que se mostró muy duro con el Gobierno tory, al que reprochó haber perdido el “control” de la economía británica y “hundir la libra esterlina” al tiempo que prometió que un Ejecutivo laborista pondrá fin “al ciclo de crisis sin fin” que atraviesa el país.

Muy vitoreado por la audiencia, el político señaló que en momentos de “incertidumbre” como estos, su formación “estará del lado de la gente trabajadora”. “Un Reino Unido que es más justo, más verde, más dinámico. Y que no teme usar el poder del Gobierno para ayudar a tener éxito a la gente trabajadora”, señaló.

Starmer prometió que su gobierno creará una nueva compañía de energía nacionalizada que “sepa aprovechar las oportunidades de una energía limpia británica, porque es adecuada para los empleos, porque es adecuada para el crecimiento, porque es adecuada para la independencia económica de tiranos como Putin”.

Con los sondeos a favor

La nefasta reacción en los mercados y en la sociedad británica al plan de crecimiento del Gobierno conservador ha dado un importante empujón de popularidad al Laborismo, que destila “optimismo” y “esperanza” ante las próximas elecciones generales.

Así, animado por los resultados de los últimos sondeos de opinión, que otorgan ventaja a su partido sobre los tories de Liz Truss, Starmer consideró que el país “no puede continuar así” y aludió a la declaración fiscal hecha el pasado viernes por el titular de Economía, Kwasi Kwarteng. El llamado canciller del Exchequer detalló los masivos recortes fiscales y el alto endeudamiento que acometerá el Ejecutivo para impulsar la economía nacional. “Lo que hemos visto estos últimos días no tiene precedentes. El Gobierno ha perdido el control de la economía británica, y ¿para qué? Han hundido la libra, ¿y para qué? Tipos de interés más altos, una mayor inflación, un endeudamiento más elevado. ¿Y para qué?”, dijo.

Starmer aseguró que el programa fiscal del Ejecutivo de Truss no redundará en beneficio de los trabajadores: “no será para los trabajadores. Recortes fiscales para el 1% de los más ricos de nuestra sociedad. No lo olviden. No lo perdonen”. De este modo, el líder laborista prometió un Gobierno “diferente” bajo su liderazgo que “caminará hacia los desafíos de mañana” y que logrará sacar al país de “este ciclo de crisis sin fin”.