Los mares están, por desgracia, llenos de desperdicios, especialmente de plásticos, y no es raro que los pescadores se encuentren en sus redes con objetos que no deberían estar ahí, por no hablar de los microplásticos que aparecen dentro de los propios peces. Pero más allá de los plásticos, lo que menos esperaba encontrarse el joven pescador noruego Harald Engen, de 22 años, es lo que acabó entre sus redes.

Aviso por radio

Según informa el medio noruego NRK, el pesquero Øygut retornaba a la piscifactoría de la localidad de Sommarøya, en la costa noroeste de Noruega, muy cerca de Tromsø, después de haber pasado una jornada capturando 200 kilos de fletán. Ya habían vaciado las redes de pesca y las habían vuelto a lanzar al mar, pero antes de llegar a puerto Engen y sus tripulantes recibieron un sorprendente mensaje a través de la radio del barco: la guardia costera noruega les avisó de que un submarino se había enganchado con las redes del pesquero y las había arrastrado más de 4 kilómetros mar adentro.

La tripulación del pesquero, con Engen a la izquierda.

Un submarino nuclear

La propia guardia costera que escoltaba al submarino trabajó para liberarlo de las redes, que se habían quedado enganchadas en las hélices. Lo sorprendente es que, aunque no hay confirmación oficial, se trataría del USS Virginia, un submarino estadounidense propulsado con energía nuclear de 114 metros de eslora y 7.800 toneladas de peso, que habría partido de Tromsø, y cuya presencia en las costas noruegas no era de dominio público, aunque hay buena colaboración entre el país escandinavo y el norteamericano.

¿Vigilando a Rusia?

La Marina de Estados Unidos admitió, a través del teniente Pierson Hawkins, portavoz de la Sexta Flota, que sí era un navío de su país pero no quiso confirmar su identidad. La presencia de ese submarino allí se entiende por la cercanía de esa zona noruega, en pleno mar de Barents, a Rusia, con lo que estaría realizando labores de vigilancia hacia el país que dirige Vladimir Putin ante la creciente inseguridad que se vive en la zona en tiempos de guerra. Eso sí, si su estrategia era permanecer allá sin llamar la atención no les ha salido demasiado bien.

Por suerte el incidente se saldó sin ningún daño personal. Únicamente quedaron inservibles las redes del pesquero, pero la guardia costera noruega confirmó a Engen que serán reparadas y no tendrá que pagar ningún gasto, ya que existe un procedimiento para casos de este tipo por el que cualquier civil puede reclamar responsabilidad por daños y recuperar el material que haya quedado dañado.