Quien haya querido entrar, siendo poco más que un adolescente, a un bar de copas el fin de semana seguro que en alguna ocasión se encontró con que le pedían el carné de identidad para confirmar que tenía más de 18 años y podía acceder al local, porque los menores de edad no podían entrar.

En una pequeña localidad de Ohio

Ahora un bar estadounidense ha decidido elevar notablemente esa edad de acceso y ha decidido prohibir que los menores de 30 años entren a su local los fines de semana, concretamente las noches de los viernes y los sábados. Se trata del Donerick’s Pub, en la pequeña localidad de Groveport, de poco más de 5.000 habitantes y muy cercana a Columbus, en Ohio.

El local lo ha comunicado a través de su cuenta de Facebook, en la que ha subido la foto de una nota impresa en la que deja clara su prohibición a menores de 30 años. “Sin excepciones”, aparece escrito.

"Motivos de seguridad"

En el post no explican los motivos de esta drástica decisión, pero entre los cientos de comentarios que ha provocado la publicación, el bar ha respondido a algunos de ellos dando alguna pista de por dónde van los tiros. “La cantidad de clientela que hemos ganado los fines de semana nos ha obligado a hacer ajustes por motivos de seguridad. ¡Mantener a nuestros clientes seguros es nuestra principal prioridad!”, contesta a un internauta.

La fachada del bar. Facebook

“Continuaremos probando diferentes cosas para mantener nuestro negocio seguro y reducir la violencia”, responde el bar a otro usuario de Facebook.

Starting this weekend! 30 & up on Friday and Saturday nights. Cover charge starts at 10PM, and the doors close at 1:15 A.M. No exceptions!

Posted by Donerick's Pub Groveport on Wednesday, May 1, 2024

¿Por una pelea?

Hay quien se plantea que la decisión tenga que ver con una pelea que se vivió recientemente en el local pese a que cuenta con personal de seguridad. Y, en general, la medida no ha gustado a mucha gente. Algunos plantean elevar esa edad a 35 años, otros dicen que quienes se pelean suelen tener precisamente más de esa edad e incluso algunos sugieren exigir un código de vestuario para entrar o cambiar de música o de DJ para ahuyentar a determinada clientela.

Eso sí, los más disgustados son los menores de 30 años, que no entienden por qué de repente ya no pueden entrar a su bar favorito. “Tengo 25 años y todos mis amigos tienen menos de 30. Venimos aquí por el buen rollo que hay. Es triste que un único incidente haya afectado a todo el negocio y no se haya encontrado otra manera de solucionarlo”, explica una joven asidua del local.