Ya hace un tiempo que nos hemos acostumbrado a que proliferen los hoteles Adults Only, que sólo permiten el acceso a adultos, con el fin de, teóricamente, ofrecer a sus clientes una estancia más tranquila y silenciosa. Parece que de aquí a un tiempo puede pasar lo mismo con los restaurantes, al menos por lo que se ha visto con uno de Georgia (Estados Unidos), que ha impuesto una serie de normas un tanto controvertidas.
Es el restaurante Toccoa Riverside, ubicado junto a un río en las montañas Blue Ridge, al norte del Estado y a unos 150 kilómetros de Atlanta. Y ha establecido una serie de suplementos que se cobran a los clientes según su comportamiento. El más polémico es del de los niños: el local establece un "recargo por adulto" siempre que, según su opinión, los adultos sean "incapaces de comportarse como padres" y permitan que sus hijos alboroten el restaurante.
Así lo pone en su carta, pese a que afirman tener un "menú infantil". Si bien ahí no queda establecido el importe de ese suplemento (en la carta aparece sólo que se aplicará "$$$"), las reseñas de algunos clientes en las redes sociales hablan de que se les cobró un extra de 50 dólares (algo más de 47 euros según el cambio actual). Pero la cosa no se queda ahí. El restaurante, que exige "respeto hacia el personal" o "denegará el servicio", también aplica un suplemento, nada menos que del 18%, a cada comensal si en su mesa están más de seis personas y desean pagar por separado.
Por si no fuera poco, también hay un recargo del 3,5% para quien abone la cuenta con tarjeta y otro extra de 3 euros en el caso de querer compartir la comida. Todo ello, unido a que en EEUU se exige una propina obligatoria cercana al 20% de la cuenta total, ha provocado el descontento de muchos clientes, que opinan que ese restaurante no hace sino buscar fórmulas con las que sacar más dinero del cliente ofreciéndole el mismo servicio.