Un indígena que vivía desde hace más de 26 años en aislamiento voluntario en la selva amazónica de Brasil, conocido como el "indio del hoyo", falleció aparentemente por causas naturales, informaron este sábado fuentes oficiales.

El "indio del hoyo" o "indio Tanaru", el último superviviente de su comunidad, de una etnia desconocida, fue hallado muerto en su hamaca, dentro de su choza, el pasado 23 de agosto, según informó la Fundación Nacional del Indio (Funai) en un comunicado.

Este indígena fue localizado hace 26 años en la tierra indígena Tanaru, ubicada en el estado de Rondonia, cerca de la frontera con Bolivia, y desde entonces era monitorizado y protegido por la Funai.

La institución informó de que no se encontraron vestigios que indiquen la presencia de otras personas cerca de la choza, así como tampoco había señales de violencia o de lucha, puesto que los utensilios utilizados por el hombre se encontraron en su lugar habitual.

Un grupo de peritos de la Policía realizaron una primera inspección al cadáver, que será sometido a una autopsia por un médico forense de la Policía Federal.

Para llevar a cabo los trabajos de monitoreo del indígena, se usaron drones y un escáner en tres dimensiones, así como se recolectaron diversos vestigios en el lugar donde vivía, que también serán analizados.

A lo largo de los 26 años desde que fue hallado este indígena, la Funai ha identificado 53 chozas en las que vivió este hombre, todas ellas con una única puerta y siempre, con un hoyo en el interior de la vivienda, lo que le valió el apodo de "indio del hoyo".

En la selva brasileña se han identificado al menos 114 pueblos indígenas que viven aislados, sin mantener contacto con los no indios.