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Los paisanos eslovenos de la primera dama de EE.UU.

La localidad de Sevnica, donde nació y se crió Melania Trump, espera un aumento de las visitas de turistas

Los paisanos eslovenos de la primera dama de EE.UU.

A miles de kilómetros de EE.UU., la pequeña localidad eslovena de Sevnica festejó ayer el triunfo de Donald Trump y se muestra orgullosa de que su antigua vecina Melania Trump sea la futura primera dama del país más poderoso del mundo. “En Sevnica estamos muy contentos de que una mujer de aquí, Melanija Knavs, haya llegado a ser primera dama de EE.UU. Esa noticia ha resonado realmente de forma muy positiva en Sevnica. En las calles se ve que la gente está contenta”, declara a Efe el alcalde de esta ciudad eslovena, Srecko Ocvirk.

Melania, de 46 años, es natural de Sevnica, una pequeña localidad industrial de unos 5.000 vecinos situada en el este de Eslovenia, una república centroeuropea de dos millones de habitantes. En Sevnica terminó el colegio y después siguió su formación en la escuela secundaria de diseño industrial de la capital, Liubliana, donde empezó sus primeros trabajos como modelo.

Cuando aún estaba en Eslovenia, Melania cambió su apellido Knavs por Knauss. En 1988 comenzó su carrera de modelo en Milán y París, y se mudó a Nueva York en 1996. Cinco años más tarde obtuvo la residencia permanente y en 2006 se naturalizó estadounidense.

El alcalde de Sevnica afirma que el pueblo celebra esta semana su fiesta local y ahora se aprovechará también la ocasión para festejar la victoria de los Trump, que, según valoró, “es muy importante para Sevnica”. Ocvirk se muestra convencido de que Melania contribuyó decisivamente al triunfo de Donald Trump. “El apoyo de la esposa es decisivo”, opinó.

Agradecidos Explicó que en Sevnica están agradecidos a Melania, sobre todo, por haber contribuido con su buena presencia a que este lugar y Eslovenia sean conocidos y reconocidos en el mundo. “Lo más importante es que Melania haya representado, a través de su imagen en los medios, también a Sevnica y a Eslovenia en el mundo, sobre todo en EE.UU.”, dijo. Ocvirk espera que los Trump ahora visiten Eslovenia y Sevnica, y cree asimismo que su victoria contribuirá a un aumento de las visitas de turistas extranjeros.

Donald Trump nunca visitó el lugar en el que su esposa pasó toda su infancia y solo estuvo en Eslovenia una vez, durante varias horas, en el turístico lago de Bled. Fue en 2004, para pedir la mano de Melania, y el hotel Grand Toplice Bled, en que Trump y los Knavs almorzaron, ostenta en su escaparate de huéspedes célebres una foto del encuentro.

En Sevnica ya se sentía ayer algunos cambios. En el centro de la localidad se izó una gran bandera de EE.UU. para celebrar que Melania Trump sea la futura primera dama. Pero también hay vecinos a los que este hecho no les interesa.

“Sinceramente, a mí me da igual. Que ella sea primera dama no influye en lo más mínimo en la vida de gente común como yo”, declaró a Efe Elion. El primer ministro esloveno, Miro Cerar, felicitó a Donald Trump por su victoria y declaró que le alegraba que “Eslovenia, de alguna forma, ha ocupado el puesto de primera dama de EE.UU.”, informa la agencia de noticias eslovena STA.