LOS runners están de enhorabuena: podrán ahorrar un pellizco en sus equipamientos deportivos gracias a un nuevo estudio realizado por las Universidades de Granada y Jaén. En él se concluye que correr descalzo, siempre que se haga de forma correcta, disminuye notablemente las posibilidades de que el atleta sufra lesiones.
La cuestión parece residir en la pisada. Mientras que correr sin zapatillas permite adquirir un patrón de carrera más eficiente apoyando en la parte de la delantera del pie (la conocida como zona metatarsiana), el empleo de calzado parece incentivar el contacto con la parte posterior del pie.
“Este comportamiento en las extremidades inferiores, unido a un excesivo movimiento trasversal del tobillo, parecen estar íntimamente ligados al desarrollo de lesiones crónicas”, ha explicado uno de los autores de esta investigación, el profesor del departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada, Víctor Manuel Soto Hermoso.
Pese a lo sorprendente que resultaría ver corredores descalzos, 39 runners han recorrido ya las calles de sus ciudades descalzos para demostrar los indicios de este estudio. Para ellos se desarrolló un plan de ejercicios personalizado para que realizasen en césped natural. Y es que como los propios científicos advierten, se debe ser prudente a la hora de iniciarse en la práctica de carrera descalza. “Los profesionales del deporte, trabajando en cooperación con otros profesionales de la salud, pueden diseñar programas personalizados para la introducción progresiva en esta estimulante manera de locomoción”, recalcan.
La investigación ha sido publicada en la revista Journal of Sport and Health Science, y reflejaba que tras 12 semanas de entrenamiento, los deportistas que corrían descalzos cambiaron significativamente la técnica con la que impactan inicialmente contra el suelo. Así, los corredores con apoyo retrasado modificaron su pisada a un patrón más adelantado.
NADA NUEVO Casi 60 años antes de este descubrimiento, el corredor etíope Abebe Bikila ya demostró cómo se podía ganar una maratón olímpica sin el apoyo de zapatillas deportivas. En 1960 ganó la medalla de oro en la prueba de larga distancia por excelencia en los Juegos Olímpicos de Roma completamente descalzo. Cuenta la leyenda que este corredor, que llegó a formar parte de la Guardia Imperial de Haile Salassie, perseguía y cazaba aves y mamíferos durante los largos entrenamientos de 42 km. por los campos etíopes.
Dicha hazaña fue la que le hizo famoso mundialmente, pero su trayectoria no acabó ahí. En los Juegos Olímpicos de Tokio volvió a ganar la medalla de oro, y esta vez con un tiempo inferior al obtenido en la anterior edición: tres minutos menos concretamente con un tiempo total de 2 horas, 12 minutos y 11 segundos. No obstante, las condiciones no fueron las mismas: corrió con zapatillas. Una carrera tan fructífera no hacía presagiar su final: un accidente de autobús le dejó parapléjico y murió un año después a los 41 años.
Si este año se ha caracterizado por el calzado deportivo colorido y para el día a día, quién sabe si tras este estudio la tendencia será disfrutar del deporte al aire libre descalzos.