Pasión, coraje y vocación son las credenciales de los vecinos de Kibera, el mayor barrio chabolista de Kenia y uno de los más grandes del mundo, donde el arte sirve de salvavidas para abrirse paso entre cloacas, fango y cordilleras de basura.
Kibera, pese a la pobreza, o precisamente por eso, es una cantera de artistas multidisciplinares que pelea por impulsar su mensaje más allá de este bosque de techos de hojalata, y para conseguirlo ha optado por compartir recursos y talento. “Hay muchos artistas porque para sobrevivir aquí tienes que ser creativo”, explica a Efe Philip Phlexible, músico que, con la ayuda de la ONG española Más por Ellos, acaricia su gran sueño: abrir el primer estudio de producción audiovisual en este barrio del sur de Nairobi.
Kibera es un enorme conglomerado de favelas que acoge a un millón de personas en unas condiciones insalubres, sin agua corriente, alcantarillado ni electricidad.
Sus calles están llenas de kioscos donde se encuentra todo lo necesario para el día a día (detergente, leche fresca), de tiendas donde se paga por cargar el móvil, de vecinos que se organizan para cavar letrinas cuando el olor es insoportable o para tender puentes sobre las aguas fecales. Los habitantes de este gueto centenario han aprendido a organizarse en medio del caos y casi siempre sin el apoyo de la administración. Su legión de artistas -cantantes, poetas, bailarines, músicos tradicionales, humoristas- no ha querido quedarse atrás. “Los artistas de Kibera nos hemos juntado para usar los recursos a nuestro alcance y que el mundo vea lo que hacemos”, subraya el humorista Geoffrey Oyoo.
Risa entre la miseria El cómico, quien descubrió su talento cuando representaba a una vaca en un pesebre navideño, se presenta como alguien que “dice cosas tontas para hacer reír a la gente”, tarea ardua en un entorno tan adverso como el barrio que le vio nacer. “Tienes que hacer reír a alguien que no puede pagar el alquiler (unos 14 euros al mes), a alguien que no ha comido nada, así que tienes que encontrar algo muy divertido para hacerles reír”, cuenta.
Philip Oyoo, conocido como Phlexible, es un chico espigado que piensa vivir de la música: “Una herramienta poderosa que puede cambiar a la gente, transformar a la comunidad”. El músico y el cómico forman parte del grupo de diez artistas del colectivo Guetto Youth Focus Foundation (GYFF) que interpretan la canción Made in Kibera, el alegato reggae concebido por Más por Ellos para promocionar un movimiento artístico, social y solidario que cambie la imagen negativa de Kibera.
“Estamos acostumbrados a oír a hablar de pobreza y suciedad, pero hay muchas más cosas que enseñar. Queríamos hablar de Kibera de forma positiva”, destaca el director de la iniciativa audiovisual y voluntario de la ONG, Luis Lanchares. El capital artístico del gueto ya llega a todos los rincones del mundo a través de la web www.madeinkibera.com -lanzada por la organización española-, donde se pueden encargar canciones para cumpleaños, bodas, jubilaciones y cualquier efeméride a cambio de una aportación de 10 euros.
Lo recaudado irá a la creación del primer estudio de grabación de Kibera, gestionado por artistas locales, que por primera vez podrán permitirse grabar sus canciones o vídeos sin salir del chabolismo.