Numerosos representantes institucionales de Euskadi y Catalunya presentaron ayer en el santuario azpeitiarra de Loiola el Camino Ignaciano, un nuevo producto turístico que emula al ya consagrado Camino de Santiago pero con la particularidad de que en este caso el peregrino seguirá las huellas que dejó Ignacio de Loiola en 1522, cuando partió desde su Azpeitia natal con destino a Roma.

Sin embargo, el patrón de Gipuzkoa y Bizkaia nunca llegó al destino que se planteó inicialmente como objetivo, sino que finalizó su peregrinar en lo que se conoce como la Cova de San Ignacio, un enclave ubicado cerca del Monasterio de Montserrat en el que vivió como eremita y en el que consolidó su propósito en lo referente a la vida espiritual y el seguimiento de Jesús.

El Camino Ignaciano propone la realización de los 700 kilómetros que separan Azpeitia de Manresa a lo largo de 27 etapas. Las siete primeras, que suman un total de 143,1 kilómetros, discurren por tres comarcas de Gipuzkoa -Urola Erdia, Debagoiena y Urola Garaia- y otras tres de Araba -Rioja Alavesa, Llanada Alavesa y Montaña Alavesa-; mientras que las siete últimas, que suman 183,7 kilómetros, discurren por territorio catalán. Las trece etapas restantes del Camino Ignaciano se desarrollan por suelo de La Rioja, Nafarroa y Aragón.

Con las mejores galas Azpeitia vistió ayer sus mejores galas para acoger la presentación en sociedad del Camino Ignaciano, un nuevo producto turístico que las numerosas entidades implicadas en su desarrollo y promoción -los gobiernos de Euskadi y Catalunya, las diputaciones de Gipuzkoa y Araba, las agencias de Turismo de Euskadi y Catalunya, los ayuntamientos de los municipios por los que discurre el camino, la Compañía de Jesús-Universidad de Deusto, el santuario de Arantzazu...- coincidieron en calificar como “una oportunidad inmejorable para impulsar la economía de los pueblos y las comarcas que atraviesa el camino mediante el turismo”.

Sea como fuere, la jornada arrancó en el Consistorio azpeitiarra, donde el alcalde, Eneko Etxeberria, y el concejal de Turismo de Manresa, Joan Calmet, rubricaron el convenio marco por el que ambas localidades se comprometen a “trabajar conjuntamente” y a destinar “todos los recursos que sean oportunos” para promocionar el camino. Con la experiencia de los diferentes caminos a Santiago en mente, ambos representantes municipales se mostraron convencidos de los “importantes beneficios económicos” que el Camino Ignaciano reportará a sus localidades y comarcas “en un futuro no muy lejano”.

A su entender, el primer Año Jubilar Ignaciano que arrancará el próximo 1 de agosto, un día después de la festividad de San Ignacio, se presenta como “una gran ocasión para que numerosas personas se animen a completar el recorrido que une Azpeitia con Manresa, bien sea por razones de espiritualidad, deportivas o de ocio”.

Las presentaciones de este nuevo producto turístico tuvieron continuidad en el interior del santuario de Loiola, donde la directora de la Agencia Vasca de Turismo Basquetour, Arantza Madariaga, y su homólogo catalán, Patric Torrent, mostraron el “firme compromiso” de las entidades a las que representan para promover un producto turístico, cultural y de naturaleza que “además de ayudar a dinamizar las economías locales, dará a conocer los territorios por los que discurre el camino y ofrecerá la posibilidad de disfrutar de una experiencia única de peregrinaje”.