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Txus Jaio: “Markina-Xemein, desde su tranquilidad, es un pueblo acogedor”

Txus Jaio: “Markina-Xemein, desde su tranquilidad, es un pueblo acogedor”

Markina-Xemein - Markina-Xemein es un lugar acogedor en el que todos sus vecinos se conocen. Más aún si uno de ellos ha llegado a ser campeón de España de ralis de tierra en 2002 y 2003 y si ha disputado pruebas como el RAC Rally de Gran Bretaña, a bordo del Ford Escort WRC de Carlos Sainz.

¿De dónde viene la afición a los coches en Markina-Xemein?

-Empecé con la bici, con las motos? y siempre nos ha gustado el tema de la gasolina. Había pilotos como Jospo, Azkurriña, los hermanos Arrate? y nosotros les seguíamos. Se hacía la subida a Iturreta y pasábamos horas viendo entrenar a la gente, haciendo el cabra con las motos. Después corrí el campeonato de España entre 1998 y 2004 y tuve la suerte de que la gente del pueblo venía a las carreras. Después ha salido Gorka Antxustegi y sigue la afición.

Su lugar favorito tendrá alguna relación con los coches.

-Para mí es emblemático, de mi época de chaval, el puente de Ugarte. Ahora es peatonal, pero antes era el que unía nuestro caserío, nuestro barrio, con el pueblo. Allí nos bañábamos, algunos saltaban con la bici al río? Si hacía bueno, estábamos fuera de casa enredando.

Supongo que también pescarían.

-Yo era un cero a la izquierda, pero entonces se pescaba mucho y metíamos muchas horas. Lo típico de nuestra época. Ahora parece que son más tranquilos, hay otras costumbres, que si la lonja, que si jugar a la Play...

¿Se han perdido esas costumbres de los niños markinarras?

-Ahora es raro ver chavales de 10 a 13 años coger la bicicleta y subir a Santa Eufemia o a Kalamua con los bocadillos a pasar la tarde. Nosotros éramos más de campo, de la calle. No había juegos de máquinas, ni Internet y nos liábamos con cualquier cosa: ir al río, hacer una chabola en un árbol?

Son las ventajas de vivir rodeados de naturaleza.

-Sí, eso me recuerda otro sitio especial: el parapeto. Es un fuerte de la Guerra Civil que está tras la variante, cerca de nuestra casa. Pasábamos horas jugando y hoy en día seguro que habrá muchísimos chavales del pueblo que no han estado nunca allí.

No me ha citado ningún rincón, siquiera clandestino, en el que fuera a conducir o a hacer trompos.

-Clandestino, no. Hicimos nuestros pinitos en una campa junto a casa. Primero con un Seat 850 que compré cuando tenía 14 años con 5.000 pesetas que me dio mi abuela. Aunque nunca había habido afición a los coches en casa hemos tenido mucha suerte con la paciencia infinita de nuestras familias: les hemos gastado dinero en gasolina, les hemos roto las campas? Rompimos el cierre para el ganado un montón de veces y, tras la bronca, teníamos que coger la porra y arreglar los postes, las alambradas?

Tampoco falta en las fiestas del Carmen. Es usted un fijo en la cuadrilla llamada ¡Los guapos!

-El nombre se puso de coña. Alguien dijo; “¿A que no?”, y ahí se quedó. Nos reímos mucho con eso. A veces nos ve gente de fuera y nos ponen unas caras como pensando: ¿Guapos? ¿Estos?. La verdad es que no hay ninguno que sea chato precisamente.

¿El sábado de los Cármenes, con la comida en la que participan hasta 2.500 personas, es el mejor día?

-Sí, junto a la feria de octubre, es ese día en el que se junta toda la cuadrilla. La verdad es que la mitad de las veces la paella suele estar como para tirarla a la basura, porque nos preocupamos más de pasarlo bien y de beber algunas cervezas que de la propia paella. Soy de los que enredan un poquito en los fogones, aunque el trabajo principal queda para otros, sobre todo en manos de Iñaki, que viene de Estados Unidos y le gusta hacerlo.

¿Qué plan recomendaría?

-Un sitio bonito es la ermita de Arretxinaga. Tiene dos piedras gigantes en su interior de las que se dice que si pasas entre ellas sin tocarlas con la espalda te echas novia. Mira que pasábamos un montón de veces, pero nada... Su entorno también es muy bonito, también el de la piscina, sobre todo en verano cuando se junta un montón de chavales. En general, todo es bastante acogedor.

Markina-Xemein es tranquilo...

-Así es. Desde su tranquilidad, es un pueblo acogedor.

Quizás no tan tranquilo para usted al ser una persona conocida.

-Soy de Markina de toda la vida, aquí nos conocemos todos, y nadie te viene con tú eres el de los coches. Ya nos conocíamos de antes.

Piloto de ralis