Pasaia lanza una ‘opa’ a Donostia

Una representación de Pasaia, encabezada por su alcaldesa, Amaia Agirregabiria (Bildu), y miembros de la denominada Comisión de Mugas, presentó ayer en la Diputación de Gipuzkoa un escrito formal con el fin de que la entidad territorial se moje sobre el conflicto de los límites entre la localidad portuaria y Donostia. El Consistorio pasaitarra aprobó recientemente por unanimidad de todos sus grupos políticos solicitar al ente foral que coloque los mojones en las lindes señaladas en la Real Cédula de 1805 por la que Carlos IV ordenó la fundación del municipio de Pasaia. Estos límites no son los terrenos gestionados hoy por Pasaia sino, también, todas las laderas que vierten en la bahía de Pasaia, es decir, gran parte de los barrios de Altza, Intxaurrondo, Bidebieta y Herrera, en los que viven entre 25.000 y 30.000 personas. Esta disputa se remonta a 2003, cuando el consistorio pasaitarra descubrió la citada Real Cédula de Carlos IV y un Auto de Demarcación del territorio municipal de Pasaia (entonces denominada Pasajes), expedido el 29 de agosto de 1805 por el comisario regio, Joseph Vargas Ponce. Con esta documentación del siglo XIX, las autoridades pasaitarras trasladaron sus pretensiones a la Diputación de Gipuzkoa que las rechazó y se acogió a los límites municipales establecidos en un “deslinde incompleto” realizado en 1939 por el Instituto Geográfico Nacional.

El consistorio de Pasaia recurrió la decisión foral ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, pero este volvió a desautorizar sus argumentos, que fueron nuevamente rechazados en 2011 por el Tribunal Supremo en una nueva sentencia, contra la que no cabía recurso. Agirregabiria pidió que “se termine el trabajo que no se terminó de realizar” hace dos siglos y destacó lo “absurdo” de que en calles como Azkuene o Eskalantegi un lado sea de Donostia y otro de Pasaia. Añadió que muchos vecinos de estas zonas pagan impuestos en Donostia y reciben servicios de Pasaia, algo que calificó de “problema”, aunque dijo desconocer a cuántos ciudadanos donostiarras atiende Pasaia.

La alcaldesa abogó por sentarse a dialogar con el Consistorio donostiarra y confió en que la Diputación puede ejercer un papel en el asunto tras años de reivindicaciones sin éxito. Preguntada acerca de si han tenido en cuenta la opinión de los vecinos donostiarras que residen en las zonas reclamadas por Pasaia, Agirregabiria consideró que “la discusión no está en eso ahora”, aunque se mostró favorable a respetar la opinión de la ciudadanía afectada.

También tomó la palabra la miembro la miembro de la Comisión de Mugas, Mari Carmen Moglinicki, quien aseguró: “Hace unos años compramos unos terrenos a Donostia para poder edificar la ikastola de Antxo, cosa a la que todos los pueblos tienen derecho, y dos años después nos enteramos que esos terrenos correspondían a Pasaia. Todos los días vivimos absurdos y contradicciones”. El emblemático Faro de la Plata, hoy perteneciente a Donostia, se encuentra también en terrenos reivindicados por Pasaia.